miércoles, 17 de octubre de 2018

Una de Max


Verstappen está comodísimo en estos momentos en que Red Bull es toda suya. Ricciardo anda apartado de las reuniones de alto nivel —algo totalmente lógico dado que el año que viene milita en la competencia—, y nuestro protagonista goza de información de mayor calidad y mejor material en pista...

Éste es el cuadro por mucho que haya quien siga empeñado en hacer valoraciones de la pareja de la austriaca como si no hubiese sucedido nada desde que Daniel anunció a primeros de agosto que hacía las maletas a final de año; y ésta es la razón esencial por la que el holandés ha sumado 68 puntos desde Bélgica a esta parte, mientras que aussie junior sólo ha conseguido acumular 28.

Desde luego que acepto y respeto como parte del juego que haya quien prefiera chuparse el dedo, pero supone un sindiós hablar de la asombrosa recuperación del hijo de Jos comparando sus números con los de Ricciardo pero olvidando cómo cuecen habas en Milton Keynes. Cada cual gasta de lo que tiene y los números están ahí, obviamente, pero como hemos comentado innumerables veces, los datos son sólo eso: datos, y como no intentemos ver que hay detrás nos perderemos el contexto y una bonita parcela de esto que llamamos Fórmula 1.

¿Se está devaluando a Daniel...? Hombre, yo diría que parece evidente que es así.

Ya ocurrió en 2014. El australiano tenía opciones de disputar a Nico Rosberg el subcampeonato pero el insigne herr doktor Marko y pagafantas Horner prefirieron respetar la igualdad entre pilotos hasta Abu Dhabi (sic). Vettel se iba entonces (a Ferrari) pero tanto dio, el alemán era el piloto number one y en su altar se sacrificaron las posibilidades del segundo conductor. Los números de aquella temporada también están ahí, aunque desgraciadamente nunca sabremos para cuánto habrían dado si Red Bull hubiese apoyado a su hombre mejor colocado.

Esta campaña también está sucediendo. Al término de Hungría Ricciardo sacaba a Verstappen 13 puntos, pero llega el anuncio de que Daniel se marcha a Renault y la situación se revierte hasta el punto de que, en la actualidad, el holandés aventaja a su compañero por 27.

Doy por seguro que esta distancia será más abultada al final de la sesión, y que más de uno alabará entonces la enorme calidad de un piloto del que honestamente pienso que no le hacen falta estas chorradas, si acaso un poquito de más cabeza y menos testosterona. Y bueno, como a nosotros no nos gusta chuparnos el dedo ni nos asustamos con la realidad, pues casi mejor que lo dejo escrito a 17 de octubre, ya que estoy seguro de que en unos meses nos hará falta rescatar este texto para volver a explicar en qué consisten y qué función cumplen los benditos datos.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Iba a dar igual si Ricciardo firmaba con ellos. Verstappen necesariamente debía ser elevado por sobre su compañero.

Desde el tirón de orejas de Marko, el emergente ya no destroza más coches. Con lo cual su conducción se ha vuelto menos espectacular. Un poco lo que ocurrió con Checo Pérez.