miércoles, 3 de octubre de 2018

Cosworth y Ferrari


Los anhelados refuerzos no van a llegar y Honda y Renault son dos fabricantes que no pretenden pedir peras al olmo antes de 2020, lo que nos pone en que la etapa híbrida posiblemente sea la más idiota que ha sufrido la Fórmula 1 en toda su historia, porque como el perro del hortelano: ni come ni deja comer.

En realidad es peor que eso, y mucho más grave. El chucho de la huerta era un egoísta de tomo y lomo pero en su versión actual está enfermo y no puede dejar de comer, lo que impide que otros coman, evidentemente. Estamos, por tanto, ante un problema de obesidad mórbida que no tiene tratamiento en el corto plazo. Así las cosas, me apetece echar el ratito matizando las duras palabras de Bruce Wood (Cosworth) contra Ferrari [Cosworth destapa el bloqueo de Ferrari en la reunión de motores para 2021], recordando con vuestro permiso, tres párrafos de un texto que escribí en noviembre de 2017, hace casi un año:

«Las negociaciones no van a ser fáciles porque hay mucho en juego. Primero de todo hay que entender que las costosas inversiones realizadas hasta el momento difícilmente han sido amortizadas, y es por ello que un escenario nuevo y tan cercano en el tiempo, vendría a suponer no llegar a amortizarlas jamás.

»La aparición de más fabricantes complicaría aún más las cosas porque el pastel a repartir se reduciría salvo que haya más equipos en parrilla, cosa difícil de aceptar tal y como están las cosas. La Fórmula 1 es un club selecto que quiere seguir siéndolo a pesar de que Liberty tenga otras ideas al respecto.

»Y por último, no debemos olvidar que el diseño, creación y desarrollo de las unidades híbridas para 2021, coincidiría con las propias exigencias de la competición entre finales de 2018 y esa fecha, lo que supondría para los actuales fabricantes duplicar trabajo y aumentar inversiones, mientras que los futuros participantes desembarcarían en la F1 con mucho menos esfuerzo.»
[Jaleo de motores F1 para 2018 (06-11-2017)].

Espero que ahora se entiendan mejor las palabras de Maurizio Arrivabene citadas por Wood: «Hemos gastado 1.000 millones de dólares en esta normativa, y simplemente, no se puede romper y hacer algo más simple porque el mundo no funciona así...»

Suenan duras pero no dejan de ser una verdad como un rascacielos de grande. Cuantiosas inversiones cuya rentabilidad peligra y un horizonte con idéntica exigencia económica para mantener la tecnología actual mientras se invierte en la nueva, desde luego no parece un paisaje demasiado idílico, ni mucho menos, que permita reprochar a los actuales fabricantes que no cedan espacio así como así.

Y aquí quería llegar yo, porque tampoco parece de recibo el papel de «pobrecito que podía salvar el mundo pero no le han dejado» que pretende vendernos la fábrica inglesa, básicamente porque en enero pasado el propio Wood ya era consciente de cómo estaba el patio: «No es un secreto que el nivel tecnológico de la Formula 1 es bastante prohibitivo: incluso para compañías como Cosworth, que dispone de una sólida base, es casi imposible lograrlo por la cantidad de elementos que están fuera de nuestro alcance» [Bruce Wood ve difícil que Cosworth sea proveedor de F1].

A mí también me gustaría formar parte de la Fórmula 1, ¡nos ha jodido mayo con las flores!, pero sin necesidad de escuchar a Maurizio ni que me bloquee Ferrari, sé perfectamente que no puedo permitírmelo. No sé, a lo peor todo consiste en que a Cosworth esta historia le venía demasiado grande.

Os leo.

2 comentarios:

Keskus dijo...

Tengo ganas de que llegue 2021 y se vaya a tomar por culo el pacto de la concordia, porque mientras siga vigente, lo unico que vamos a hacer es echar de menos los tiempos oscuros de Bernie que ahora no parecen tan oscuros

Cao Wen Toh dijo...

Voy a tirar esta piedra al estanque a ver qué ondas produce: en el futuro otro blog, éste en plan tranqui, llamado "500 Millas" (o algún apodo que le hayan dado al circuito de Indianápolis).