Os veo muy tensos con los nombres que han adoptado Alpha Tauri y Sauber para esta temporada, cuando, desde mi humilde opinión, todo consiste en que sigamos llamándolos como nos dé la real gana si nos vemos incapaces de seguir el ritmo que impone la trepidante actualidad.
Lo de Sauber entraba dentro de lo razonable, admitámoslo. Sin el paraguas de Alfa Romeo y con Audi en el zaguán de entrada, la nueva denominación —dos para ser exactos, que serán usadas según en qué países— no aporta ni quita nada, así que el asunto queda en tablas. Lo de Alpha Tauri sí resulta más complicado de digerir, lo admito, básicamente porque hay que tener muy mala entraña para cascarse un nombre tan largo, tan feo y complicado de pronunciar, vamos, que casi está pidiendo a gritos que pasemos de largo, como si no supiésemos de qué coño nos hablan.
No he escrito ni una vez los nuevos apelativos y nos vamos entendiendo. Y es que si lo que pretenden es obtener visibilidad a cambio de que sacrifiquemos nuestras vaquitas sagradas, al menos conmigo lo llevan bastante crudo, que sé que me comprendéis.
Ea, no molesto más. Os leo.
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