domingo, 17 de febrero de 2019

El ADN y otras mandangas


Da cosita leer a Claire Williams quejarse de los equipos B a lo Enzo Ferrari [Williams résiste et s'obstine dans la voie de l'indépendance]. Tiempo ha, Il Commendatore afeaba a los garajistas que hacían sus coches en plan bricolage, aunque en los orígenes de la mítica también estaban los apaños en base a o aprovechando que, en este caso con las cosas de la Alfa Romeo anterior a la II Guerra Mundial.

Esta tarde, si durante la mañana me va bien el tramo final de eso que me llevó a sumergirme en las profundidades el miércoles pasado, a lo mejor preparo la siguiente entrega de la serie #24LeMans, la correspondiente a 1949, precisamente la edición que ganó La Scuderia cuando ya se sentía fábrica después de haber echado a andar con nombre propio en 1947...

Nunca me ha parecido un hecho para desmerecer el trabajo de nadie que se utilice un cierto margen para tirar de talonario a la hora de sacar adelante un monoplaza. Si el reglamento lo permite, que lo hace, entra dentro de lo lógico adquirir piezas, software o cualquier sistema o ingenio al rival. Obviamente es una solución para los equipos pequeños porque con el transcurso de las temporadas las cosas del I+D+i se han puesto en un pico, a veces insostenible de llevar.

Williams también empezó así en 1975, apañándose con lo que tenía a mano hasta que en 1977 se alió con Walter Wolf Racing y se estrenó como escudería, aunque fue con el FW06 de 1978 que Didcot comenzó a escribir su historia con su propia pluma y su propia tinta. Es por ello que me han rascado bastante las palabras de Claire salvo que estén apuntando a otra cosa porque los apañaos de ahora no son como los de antes. 

En la actualidad, ser equipo B tiene bastantes más aristas y connotaciones que hace unas décadas. 

La cosa no consiste sólo en compartir elementos de diseño sino que va un poquito más allá desde que la entente Red Bull / Toro Rosso malversó el espíritu de este pacto de caballeros que tenía vigencia en la Fórmula 1. Ya no era que hubiese similitudes entre el A y el B, es que ambos trabajaban en pista en sintonía, el B supeditado al A, claro. Cuatro coches sobre el asfalto, cuatro pilotos, pero sólo un ideario común.

No hay que irse demasiado lejos para ver el calado del problema. Faenza ha hecho durante 2018 de currante estajanovista para Milton Keynes. En sentido estricto no ha competido, se ha dedicado a quitar puntos a los competidores mientras resolvía la puesta a punto de la unidad de potencia Honda para que esta campaña no tenga problemas con ella la hermana mayor. Toro Rosso ha hecho tres o cuatro pretemporadas para Red Bull y tampoco pasa nada por decirlo. Bueno, tambien tenemos a Toto Wolff dando indicaciones a Esteban Ocon (Force India) para que el francés no pusiera impedimentos a Lewis Hamilton sobre el asfalto de Mónaco...

Queda feo saber o intuir que los equipos grandes juegan con tantísima ventaja. Ferrari tiene a Alfa Romeo (antes Sauber) y a Haas como pupilas y ya hay quien hace estimaciones sobre cuánta contribución será capaz de dar a Maranello la primera.

Mercedes AMG no tiene a nadie sobre el papel, aunque hubo quien vio la patita de Brackley en el renacer de Williams en Austria 2014 y quien estima que Racing Point podría ser en 2019 ese equipo B de la alemana del que nadie habla. Y bien, no me extiendo, Red Bull sigue teniendo a Toro Rosso, que por boca de su máximo responsable, Franz Tost, no ha tenido ningún remilgo en aclarar que seguirá haciendo el trabajo sucio para la austriaca, todo el trabajo sucio, imagino.

Esto sí va en contra del ADN de la Fórmula 1. 

Hay veinte coches lidiando en una carrera y sería deseable que en la medida de sus respectivas posibilidades el juego fuese lo más limpio posible. Claire apunta a este estado de cosas pero no llega más allá porque es consciente de que Williams ha estado en el ajo. Grove ha consentido mucho porque le venía bien, y por esto mismo, ahora parece tarde venir con el cuento de las fábricas y los garajistas, porque es una historia vieja, y porque para lo único que parece servir, en este momento, es para excusar lo que pudo haber sido y no fue.

Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabía yo que el villano al final, se llevaba a la chica. La única oportunidad de McLaren era con ese impulsor japonés. Ahora se ha quedado... en tierra de nadie.

Josemi dijo...

Lo curioso es que despues de muchos años de 4 coches en pista, de alguna forma Red Bull se dio cuenta el año pasado que "solo" tiene 4 coches en pista, y sus rivales pueden juntar 6 (ferrari con ferrari, haas, "alfa romeo", la Merche con Merche, williams y stroll's team)

En fin, adulteracion total

matador dijo...


Cómo me gustaría ver algún día una entrada sobre Williams y la "ingeniería prestada". El origen de los primeros coches a través de Wolf, La copia del efecto suelo del Lotus 70 a través de una maqueta, y su aplicación al FW07, el origen de la suspensión activa del FW14 o el cambio semiautomático de éste. Recuerdo que, como pago por liberar a Alesi de un contrato previo firmado con ellos y para poder ficharlo, Head y Williams exigieron a Ferrari un F640 en perfecto orden de marcha... Seguro que algún día puedes hacernos una entrada jugosa sobre ellos, Maestro!

Salu2!