El despertador

Los focos de atención a estas horas de la tarde están puestos en la que ha liado Max Verstappen en Bakú y en el grave error cometido por Sebastian Vettel, así que con vuestro permiso vamos a hablar del despertador que le ha sonado esta tarde a Lewis Hamilton, porque como no lo espabile, y rápido, me temo que no lo despertará nada.

Y es que Lewis no ha hecho una gran carrera. Para ser exactos, la prueba de esta tarde la ha resuelto el británico muy por debajo de lo que se le puede exigir. Dócil con las circunstancias, tranquilo, campechanote, se ha encontrado la suerte de cara y la ha aprovechado viendo en primera posición el banderazo final. Desde luego la competición es así: unas veces vas en números rojos y sufriendo como un jabato, y otras, como hoy, se abren los cielos y baja por ellos Saint George a verte...

Sin demérito alguno, que os conozco, repito por si cabe algún tipo de duda que la fortuna es un ingrediente más en nuestro deporte y que como tal la contemplo siempre. Otra cosa es que la actitud de Hamilton sigue ofreciendo más sombras que luces aunque haya ganado el Gran Premio de Azerbaiyán, y que por aquello de seguir siendo honesto con vosotros, me sienta en el deber de apuntar que así no vamos a ninguna parte.

El de Tewin lidera en estos momentos la tabla de pilotos básicamente por el pinchazo de Bottas y porque Vettel se ha pasado de listo en su ataque al finlandés. Bueno, también por lo de China y porque Iceman ha pescado en río revuelto y ha quitado algunos puntejos a su compañero del alma, en una acción que sin duda será sustantivada por Maurizio Arrivabene para mostrar a la prensa italiana e internacional que la igualdad de oportunidades no es una leyenda urbana en Ferrari. 

Pero retomando el hilo, que ya me estoy distrayendo. Imagino que al igual que os sucede a muchos de vosotros, y al propio Bernie, este Lewis ni gusta ni convence. 

No se trata de que se le note demasiado errabundo o como metido pa'dentro, que diría José Mota, pienso más bien que el bache que está atravesando empieza a durar demasiado. No sé qué coño le pasa por la cabeza o en lo personal en estos instantes, o si la renegociación de su contrato se le ha ido de las manos, lo que me parece claro es que este Lewis no es el que hemos comprado, y esto, queridas y queridos, me apena. 

Si ya es triste que él y un Vettel fallón se estén disputando este campeonato en un mano a mano que firmaría el mismísimo Mariano Ozores, lo es más que a esto lo llamemos lucha de titanes.

La estrategia de cada equipo con sus respectivos pilotos es la que está escribiendo el guión. Valtteri está dando sopas con honda a Lewis, Kimi se sigue mostrando más sólido y fiable que Sebastian... Cualquiera con dos dedos de frente puede imaginar sin demasiado esfuerzo, lo que daría de sí un Mundial en el que los mejores en pista no se vieran lastrados por fórmulas contractuales, así que aceptando que la realidad es la que es y que no conviene pedir peras a un olmo, sólo se me ocurre recordar a mi abuela en lo de Dios da moquero a quien no tiene mocos.

Y aquí estamos, fulminando abril. Lewis ha vencido en Bakú y se ha puesto primero en la general, pero como no atienda el mensaje que le ha mandado el despertador de la mesilla hace unas horas, me temo que vamos a pasar una temporadita de aúpa.

Os leo.