Hace ya un buen rato que ha amanecido plenamente sobre Le Mans. Sigue habiendo nubes como pronostiqué ayer al mediodía y la lluvia continúa sin aparecer.
En estos instantes, el Porsche 919 Hybrid con dorsal número 19, aventaja a los Audi números 7 y 9 y la victoria empieza a estar al alcance de la mano, aunque no es momento de bajar la guardia porque cualquier error por pequeño ques sea, puede resultar fatal para las aspiraciones de la escuadra de Stuttgart.
Porsche se propuso vencer en las 24 Horas de Le Mans el año pasado, pero al final parece que puede ser éste cuando lo consiga. No obstante, el vehículo número 17 acaba de superar al Audi número 7 y va a por el 9, y si lo consigue, ayudará con su presencia en la línea de meta a firmar un precioso doblete, que puede servir de guinda a un pastel largamente trabajado en el horno.
Llegar aquí nunca es un camino fácil. Porsche lo ha sabido siempre, y quizá por ello hay que reconocerle el mérito enorme que tiene pretender conseguirlo en el primer intento tras su retorno. Esto tampoco es sencillo. Aspirar a mucho puede granjearte más de un disgusto. Si hay suerte, habrá doble ración de felicidad, pero si las cosas vienen mal dadas, seguro que siempre sale quien te echa en cara que fuiste un optimista o un tonto.
El Audi número 9 resiste en la segunda plaza mientras Nico Hulkenberg ha comenzado a proteger la mecánica de su Porsche. Al alemán no le hace falta apretar, a su equipo tampoco. Todavía quedan un montón de horas por delante, la ventaja es cómoda y si hay que soñar, conviene seguir haciéndolo con los pies en el suelo.
Os leo.
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