En el acervo de los aficionados, todo lo británico fue verde alguna vez en cuanto a competición automovilística se refiere, pero el United Kingdom de Su Majestad ha dado para mucho a lo largo de su historia, incluso para que cupiese una escudería escocesa que venció en las 24 Horas de Le Mans en los años 1956 y 57 vistiendo sus coches de color azul.
Ecurie Ecosse fue ése equipo.
Fundado en 1952 por David Murray y su amigo y mecánico de cabecera Wilkie Wilkinson, tuvo su base de operaciones en Edimburgo, y aprovechando que Jaguar había comenzado a enseñar los dientes en la prueba gala a comienzos de la de´cada de los cincuenta del siglo pasado, quiso sumarse a la vorágine green para prolongar la estela de triunfos de la fábrica británica hasta 1957.
En 1951, el Jaguar XK120C triunfaba en la carrera francesa con Peter Walker y Peter Whitehead al volante y tan sólo un año después, Ecurie Ecosse se animaba a emprender su aventura comenzando a usar el mismo tipo de vehículos, distinguidos ya por el característico Flag Metallic Blue con guíones blancos.
El equipo forma parte de ese contexto en el que bebemos todos y en el que a veces se hace complicado distinguir qué coche pertenece a quién, pero es mayoritariamente conocido por el color y por los Jaguar D-Type con los que lograría estampar su nombre en la mítica carrera francesa.
Primero en 1956, cuando Ron Flockhart y Ninian Sanderson consiguieron imponerse al Aston Martin DBS3S conducido por Stirling Moss y Peter Collins, y un año más tarde, cuando alcanzaron el doblete con Ron Flockhart de nuevo al mando de la tripulación vencedora, aunque esta vez acompañado por Ivor Bueb, y con Ninian Sanderson y John Lawrence en el vehículo que atravesó la meta en segunda posición.
Ecurie Ecosse intentaría participar también en la edición de 1958, pero los Jaguar D-Type ya habían quedado obsoletos por sus rivales y no lograron clasificarse. Empero, en 1959 si consiguió disputar la prueba, aunque ya con un D-Type modificado y un Tojeiro propulsado por motor Jaguar, aunque para entonces, si todo parecía casi igual, en el fondo comenzaba a ser radicalmente distinto.
Os leo.
Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario