jueves, 11 de enero de 2024

Enredo [RBR 2022]


El sábado 18 de junio de 2022 la lluvia había marcado la sesión de clasificación, pero el domingo 19 el Gilles Villeneuve prometía piso seco y lucha sobre el asfalto, y los despachos, porque Mercedes AMG ya había comenzado a movilizar a los orcos de Isengard con tal de conseguir de la FIA medidas anti-porpoising, que, lejos de mejorar el rendimiento del fucking car de Brackley, hundieran en el abismo a los monoplazas de Milton Keynes y Maranello.

A ver, el marsopeo suponía un severo problema para todos los coches de la parrilla y afectaba tanto al comportamiento de los mismos como al de sus gomas, etcétera. Había que dar tiempo para que los equipos encontraran soluciones a la eliminación del inerter a partir de la temporada 22, pero a Wolff y su gente les había entrado la prisa y empezaron a enmarronar el escenario de una manera, que, como veremos dentro de unas entradas, afectaría de lleno a Ferrari, pues si la italiana ya tenía asuntos pendientes con los pit-stops y la excesiva creatividad estratégica de Iñaki Rueda, sólo le faltaba que le tocaran las avellanitas con modificaciones del Reglamento a mitad de campaña.

Bueno, el Gran Premio de Canadá comenzó con Max Verstappen como poleman, con Fernando Alonso en segunda posición y Carlos Sáinz en la tercera —sancionado por cambio de motor, Charles Leclerc ni se había molestado en rodar durante la Q2, y Checo había sufrido una salida de pista en esa misma tanda que lo relegó a la décimo tercera plaza.

Vale, otros equipos punteros son capaces de llevar a sus pilotos hasta el podio a pesar de que arranquen desde donde Brian perdió la sandalia, pero La Scuderia tenía sus propias ideas al respecto, y tras una serie de escalofriantes decisiones con el monegasco sólo fue capaz de auparlo desde el puesto quince al cinco (15 segundos de diferencia con Max, que se dice pronto), y gracias a que Sergio abandonó en la vuelta 7, cabe añadir.

Sáinz sí hizo los deberes y concluyó a poquito menos de un segundo del holandés y bastante delante del tercer clasificado: Lewis Hamilton.

Ferrari salía escaldada de Montreal. Había sido capaz de recortar unos puntejos en el Mundial de Constructores a Red Bull pero Verstappen se alejaba irremisiblemente de Leclerc, lo que iba a incrementar la presión sobre los de la rossa, llevándola a ser aún más ingeniosa en su particular manera de luchar por un campeonato, sin hacerse daño, se sobrentiende.

Os leo.

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