domingo, 28 de enero de 2024

La lección de humildad [McLaren]


El margen de progresión saltaba a la vista, el resto consistía sólo en confiar un poco en el buen hacer del personal de McLaren.

En febrero de 2023 escribí lo siguiente: «A veces ocurre que elevas tanto las expectativas que se acaban torciendo las cosas. Honestamente creo que es lo que ha sucedido con el MCL60, aunque también soy de la opinión de que Oscar y Lando dispondrán de un vehículo decente antes de que sorteemos junio. Falta trabajo, comprensión de los errores y más trabajo, y en Woking saben perfectamente de qué va esta historia» [Pecado y penitencia (McLaren)], y Dios, viendo que había sido honesto con vosotros, me premió permitiendo que los papayas lideraran la montonera tras el Gran Premio de Austria y que, con la ayudita de las Pirelli, comenzaran una de las remontadas más bonitas de los últimos años a partir del de Gran Bretaña.

Vale, sí, la visita a Sakhir en pretemporada no auguraba nada bueno pero tampoco pintaba tan negro como nos lo colorearon los vendehumo habituales. El MCL60 erró el primer tiro y lo fácil habría sido abandonarlo a su suerte, pero fue evolucionando conforme recomendaban las circunstancias, como hay que hacer siempre, cabe recalcar, y existiendo margen de mejora se pulió inicialmente el comportamiento del fondo curvado para, después, abordar el trabajo aerodinámico de los pontones y la zaga del vehículo, equilibrando el conjunto a base de tesón y retoques en los conjuntos de las suspensiones.

La intervención de Pirelli a partir de Silverstone facilitó bastante las cosas, no lo vamos a negar, pero el cacharrillo naranja ya venía presentando credenciales y es lo que no conviene olvidar en toda esta historia. La suerte hay que buscarla y McLaren lo hizo confiando en que saliera el conejo de la chistera, que salió. Lando y Oscar barrieron del mapa a los del Alpine en el Templo de la Velocidad británico y se fueron a por Ferrari primero y a por Aston Martin después, y, siendo sinceros, el cuarto puesto logrado en la tabla de Constructores acabó sabiendo a poco si tenemos en cuenta los primeros kilómetros del McLaren del sexagésimo aniversario.

Bien está lo que bien acaba, dicen, pero, por lo que sea, este acierto en mis previsiones me sabe especialmente a gloria bendita.

Os leo.

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