lunes, 17 de septiembre de 2018

Cosas de familia


A pesar de que antes del Gran Premio de Italia la prensa daba por seguro que Lance se había hecho el backet para el VJM11, ni en Monza ni en Marina Bay ha conducido para Racing Point (Force India). 

El canadiense continúa siendo piloto Williams y cada vez se hace más difusa su incorporación a la escuadra de Silverstone durante este año, circunstancia que nos pone en que Robert Kubica lo tiene bastante complicado para defender en pista los colores de Grove, todo ello mientras afloran los peores augurios sobre el futuro en la máxima disciplina de Esteban Ocon.

Desgraciadamente no me ha ha sido otorgado el don de la claridad para comprender qué coño de extraño sortilegio ha colapsado el mercado de pilotos en base a la figura del norteamericano.

¿Vale tanto el chaval? Yo diría que no. Su puesto en la de Claire está asegurado hasta final de temporada y la que viene también está segura en el equipo que se ha comprado papá, y ¡ya!, que decía aquél. Aunque lo jodido de digerir en esta anómala situación está precisamente en que no soy el único que piensa que Lance no llega a la suela de los zapatos ni a Robert ni, por supuesto, a Esteban. 

Entiendo, eso sí, que todo esto resulta bastante cómodo para la familia Stroll, únicamente para la familia Stroll. Sobre el papel, no se puede reprochar nada. El desembolso por el habitáculo en Williams está hecho y es normal que se agote la inversión. También lo parece que a don Lawrence le resulte más rentable tener a Pérez y Ocon en Racing Point. Cuando no se están dado leña entre ellos son capaces de sumar puntos, lo que al final de la campaña significará dinero contante y sonante que ayudará a cerrar la brecha abierta en el proceso de adquisición —Racing Point perdía todos los puntos conseguidos por Force India hasta después del Gran Premio de Hungría en el campeonato de constructores. No eran muchos pero seguro que el roto en el bolsillo se ha notado.

A partir de aquí ya no me entra nada en la cabeza. Que un Ricciardo ejerza de tapón en el mercado de conductores resulta comprensible, que sea Stroll quien tenga a dos escuderías y a dos pilotos en modo rehén me parece pelín surrealista y me apetecía escribirlo.

Os leo.

1 comentario:

Elín Fernández dijo...

Lo que dice el 4to. párrafo hay que dárselo a leer a la mujer pseudo periodista y experta que vive en Montreal. La señora tiene una fijación con este pilotico... Sí diminuto. Casi siempre la gente se pasa de sumiso o noble ante los multimillonarios locales.