No os alarméis, la guerra es la misma excusa que escucho yo en el supermercado, cuando me quejo de que, la supuesta rebaja que anuncia la estantería en el litro de aceite de oliva, me lo deja casi 4'50 euros más caro que cuando comenzó a subir sin techo.
Podría ser peor, desde luego, tanto en el aceite de los cogieron como con la bendita propuesta de monoplaza «comedido» que nos ha servido la FIA, eso sí, avisando de que todavía no es un anteproyecto cerrado y queda mucho trabajo por delante hasta darlo por definitivo.
¿Para qué lo presentan?, me pregunto. ¿Para que veamos cómo se dejan los cuernos justificando su sueldo y cómo nos atontan (más) con su idea de espectáculo?
A ojo de buen cubero, diría que no estamos ni frente a una versión de andar por casa de nuestros trasatlánticos, sino ante una idea acomplejada, adornada con una serie de parches empaquetados con lazo rosa que ocupa prácticamente idéntico tamaño. Puesto que no ha dado el resultado esperado el tan cacareado efecto suelo que retornaba en 2022 y provocaba orgasmos entre el personal, se reduce la superficie del fondo curvado por aquello de limitar el pérfido marsopeo, y, en consecuencia, se diseña el auto bajo el mismo enfoque que se parió el estrenado después de la pandemia y ha fracasado.
A partir de esta sencilla idea: aludir a la guerra para venderte lo mismo más caro, incluso con rebaja de centímetros, tenemos un concepto que no podía defraudar a Audi y a los que apostarán por la F1 a partir del 26, vamos, que va a cambiar muy poquito la cosa.
Eso sí, como de costumbre, se ha dejado en manos de los vendedores de motos lo de convencernos. ¡Qué bonito es el nuevo cacharro!, ¡claro que sí, guapi! Total, si tampoco funciona, en 2026 podemos situar el horizonte en 2030, ¿quién dijo miedo?
Os leo.
1 comentario:
De no funcionar y que no salga nada bueno el proyecto, que lejos se lee ese 2030, mas que esperar suena a AGENDA 2030, como el preámbulo a lo que viene...
Saludos desde Carora - Venezuela
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