domingo, 30 de junio de 2024

¡A sus pies, don George!


Aquí estamos, donde quieren los pedorros aguafiestas, discutiendo si eran galgos o podencos en vez de felicitándonos por y hablando de George Russell. 

No aprendemos, vamos al dictado de british y anglófilos y no hay manera de salir de la rutina. Russell «hereda» o «la fortuna le sonríe en Austria», y sí por mis cogieron, que decía aquél. Hay que buscar la suerte y no hay que dejarla escapar, y me disculparán ustedes, pero este matiz tiene un mérito tremendo en Fórmula 1, de manera que si a Norris le han podido las prisas y no sabía con quién se medía, George Russell ha ganado legítimamente y a lo grande, que lo cortés no quita lo valiente y ahí estaba el tío, presto a recoger los frutos de la bisoñez de su compatriota.

En cuanto al asuntillo telonero que ha marcado la carrera en sus últimos compases, decir brevemente que desde Silverstone 2021 me acojo a lo que decían entonces los expertos, al respecto de que si tienes a Lewis cerca debes estar preparado para cualquier contingencia. Pues con Max lo mismo. Sabemos cómo es el holandés y lo jodido que resulta rebasarlo, y el problema lo ha tenido Lando, por no prever las consecuencias de su ataque y por no haberlo llevado al límite, vamos, que el británico lo ha intentado con la puntita y, nos pongamos como nos pongamos, esa no es la manera correcta para tratar de superar a Verstappen.

Ya que estamos, ahorraros comparativas basadas en y si. Si Carlos, Charles o Fernando, se encontraran en una coyuntura similar habría dicho lo mismo, aunque ya os voy confirmando que a ninguno de los tres se les ocurriría asaltar a la desesperada al titular del número 1 y habrían esperado una mejor oportunidad, o al menos la habrían buscado. 

Pero volvamos con el protagonista de esta entrada, quien ha firmado una carrera limpia, dentro de las posibilidades de su W15, y, cuando los de delante han decidido inmolarse, estaba donde había que estar para calzarse la victoria.

Os leo.

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