sábado, 7 de julio de 2018

Juego en profundidad


El año pasado hubo espacio para las dudas. Lewis no conocía a Valtteri y dudaba de si el finlandés se portaría bien o como el Campeón del Mundo de 2016. Bottas hizo lo esperado. Es un tipo legal. El compañero de Emilia es un individuo que se viste por los pies y responde lealmente, siempre, a lo que le pide el patrón, su patrón.

Podría ir más rápido, podría ser más contundente, podría callar más bocas, pero Mercedes AMG ha decidido que asuma el papel de segundón sobrevalorao y el de Nastola ahí que lo clava...

En realidad no sé de qué me sorprendo. A Hamilton le va bien, a él también, y por supuesto, a Brackley le va de cine. Bottas es un 9 natural que juega emboscado en el medio campo. A él le va bien, a Hamilton también, y, por supuesto, a Mercedes AMG le va de película, pues, entre pitos y flautas, la anglo-germana domina el terreno ya que dispone de dos figuras mientras que su oponente acostumbra a disputar los partidos a la pata coja.

Lo contábamos el año pasado: si el británico no está, está el finlandés de la de tres puntas. Si están los dos, se jodió para Maranello. Si no está el rubiales, el morenín aparece casi como un fijo en la quiniela... Aquí no hay órdenes que valgan. Aquí hay compromiso. Valtteri se lo cree y actñua sabiendo que ejerce de lo que le falta a Hamilton, y si éste, por la razón que sea causa baja, sabe de sobra rematar balones.

Me jode tirar de números, pero desde que Bottas se integró en Mercedes AMG a finales de 2016, ha ganado tres carreras y ha estado a punto de ganar otras tres. En el mismo intervalo de tiempo, Raikkonen, por ejemplo, no ha ganado nada ni se le esperaba porque su lugar en La Scuderia no contempla que gane nada. Y aquí está el quid, porque mientras Ferrari desarrolla el tiquitaca como España frente a Rusia en el partido que perdieron Piqué, De Gea y Fernando Alonso, su máximo rival pasa del jogo bonito y come campo, profundizando siempre.

Me mata que llamen sobrevalorado a Valtteri, aunque comprendo que esto es lo que hay y que hay que consumirlo tal cual llega. Si un gregario es un muerto de hambre que tiene que estar listo para ceder su sitio al primer astado de su escuadra [Kimi, el rey mártir], normal que no entendamos qué coño hace el finlandés, ni mucho menos por qué resulta tan eficaz a pesar de que lo adornen más sombras que luces.

Este campeonato, como el pasado, se va a definir en base a matices. En 2017, los matices los pusieron la fragilidad de Maranello y los errores de Vettel. Esta temporada va la cosa mucho más fina, e intuyo que Bottas, a pesar de seguir pasando casi desapercibido, va a tener mucho que decir en el quinto de Hamilton. Quedan doce pruebas de este calendario, digamos ahora que el de Nastola es firme aspirante a llevarse dos.

Os leo.

1 comentario:

Bertor dijo...

No es justo! XD

Comparas al segundo del mejor equipo con el segundo del equipo aspirante. Kimi se encuentra en un teórico cuarto puesto y Bottas, en el segundo. Desde ahí es más fácil ganar (teóricamente, claro, porque también hay que estar ahí) y para Kimi es más complicado.

Pero insisto: Kimi no puede hacer más. Este año ha tenido oportunidades y las ha desaprovechado. Ferrari no puede permitirse dejarle de lado. Yo creo que él no puede sacar el mismo partido al coche y punto.

Tampoco creo que Bottas esté sobrevalorado. Es muy buen piloto (aunque en ese cochazo casi cualquiera de la parrilla haría buen papel), pero como tú dices, tiene asumido el papel de segundo. Y no me parece mal. Cada equipo juega sus cartas como prefiere. Pero es una pena no ver a los dos mejores coches competir, como la época con Rosberg. Al menos entonces había algo de emoción...