Siento amargaros la tarde, pero toca hablar del hombre que tiene claro que a su empresa le interesa la Fórmula 1 como deporte, no como espectáculo. Así, en pleno siglo XXI y sin bicarbonato ni sal de frutas ni nada...
La derrota que lleva Marchionne (es él, sí) en su enfrentamiento con la nueva patrona del deporte, Liberty Media, lleva camino de resultar más jugosa que la recopilación de los mejores momentos de Martes y Trece.
Como es de sobra conocido a estas alturas de la película, la norteamericana presentó a los equipos integrantes del Circus y la FIA durante el Gran Premio de Bahrein, un plan con las líneas maestras de sus intenciones a partir de 2021, que básicamente consisten en fomentar la competitividad en pista mejorando la igualdad entre rivales, lo que ha venido siendo (de siempre), incentivar el plano deportivo de la actividad para que no sea necesario buscar el espectáculo debajo de las piedras.
A la protocolaria exposición de intenciones al respecto de la búsqueda de un techo de gasto cómodo y razonable para todos, la garantía de que los propulsores oficiales y los cliente tengan el mismo rendimiento —juraría que sobre el papel esto ya se había consensuado y aplicado—, la necesidad de abrir el patio al concurso de nuevos motoristas, así como aumentar el sonido que producen en la actualidad los monoplazas y una mayor emoción en la se intuye la posibilidad de un segundo suministrador de neumáticos, se sumaba una propuesta económica de amejoramiento de las percepciones de los fabricantes con una parcela específica para la de Maranello como reconocimiento a su incuestionable valor como equipo histórico.
Y bien, sospecho que como el Bonus en cuestión supone en realidad una rebaja de unos cuantos millones de dólares para La Scuderia, a don Sergio se le fundían los plomos y sacaba el Whinchester de John Wayne a pasear.
El plan de Liberty es eso: una propuesta abierta sobre la que ponerse a trabajar, pero para Marchionne, por lo que se ve, sólo le sirve para seguir insitiendo en un flanco que debería estar cerrado ya. Si Ferrari quiere más dinero que lo diga y lo defienda. Que plantee una cifra y la negocie, porque no es de recibo seguir con el juego de las amenazas que no son lo que parecen aunque siguen apareciendo por ahí el ADN de la Fórmula 1, la posible búsqueda de otras soluciones, o incluso la Formula E como alternativa poco o nada interesante.
Como tifoso entiendo que todo esto está produciendo un daño irreparable a la rossa, porque cada vez queda más patente que a Marchionne no le interesa ni el deporte ni el espectáculo, sino sólo la cuenta de resultados.
Y nada más. os leo.
Como es de sobra conocido a estas alturas de la película, la norteamericana presentó a los equipos integrantes del Circus y la FIA durante el Gran Premio de Bahrein, un plan con las líneas maestras de sus intenciones a partir de 2021, que básicamente consisten en fomentar la competitividad en pista mejorando la igualdad entre rivales, lo que ha venido siendo (de siempre), incentivar el plano deportivo de la actividad para que no sea necesario buscar el espectáculo debajo de las piedras.
A la protocolaria exposición de intenciones al respecto de la búsqueda de un techo de gasto cómodo y razonable para todos, la garantía de que los propulsores oficiales y los cliente tengan el mismo rendimiento —juraría que sobre el papel esto ya se había consensuado y aplicado—, la necesidad de abrir el patio al concurso de nuevos motoristas, así como aumentar el sonido que producen en la actualidad los monoplazas y una mayor emoción en la se intuye la posibilidad de un segundo suministrador de neumáticos, se sumaba una propuesta económica de amejoramiento de las percepciones de los fabricantes con una parcela específica para la de Maranello como reconocimiento a su incuestionable valor como equipo histórico.
Y bien, sospecho que como el Bonus en cuestión supone en realidad una rebaja de unos cuantos millones de dólares para La Scuderia, a don Sergio se le fundían los plomos y sacaba el Whinchester de John Wayne a pasear.
El plan de Liberty es eso: una propuesta abierta sobre la que ponerse a trabajar, pero para Marchionne, por lo que se ve, sólo le sirve para seguir insitiendo en un flanco que debería estar cerrado ya. Si Ferrari quiere más dinero que lo diga y lo defienda. Que plantee una cifra y la negocie, porque no es de recibo seguir con el juego de las amenazas que no son lo que parecen aunque siguen apareciendo por ahí el ADN de la Fórmula 1, la posible búsqueda de otras soluciones, o incluso la Formula E como alternativa poco o nada interesante.
Como tifoso entiendo que todo esto está produciendo un daño irreparable a la rossa, porque cada vez queda más patente que a Marchionne no le interesa ni el deporte ni el espectáculo, sino sólo la cuenta de resultados.
Y nada más. os leo.
3 comentarios:
Liberty está poniendo contra las cuerdas a Ferrari, al menos a ojos de los aficionados. Somos los aficionados los que no entendemos que Mercedes y Ferrari no quieran un deporte competitivo. Es un intangible que les puede hacer mucho daño en cuanto a imagen.
Lo cierto es que la única escudería que garantiza estar en un futuro es Ferrari. Posiblemente Mclaren , si logra remontar, que no lo tienen fácil .
Todo esto no es deporte, o no es fórmula 1. Es política de despachos nada más.
Lo que Liberty quiere parecer la buena. Repartir como buenos hermanos, pero su parte que no se la toquen.
Yo a lo mío .
Públicamente hablan , discuten , se amenazan , y puede que un buen día , para el espectáculo , lleguen a cogerse de la pechera en plan macarra .
Pero ¿Qué tenemos al final del día?....económicamente seguimos casi igual y deportivamente Ferrari cada vez más cerca de Mercedes .
No me los creo....a ninguno .
Le leo maestro
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