En general, el uso que se hace del Safety Car me trae por la calle de la amargura, y no me refiero a las circunstancias que pueden aconsejar su presencia una vez los monoplazas discurren sobre los circuitos, sino a las que lo imponen bajo criterios cuando menos idiotas por aquello de cumplir con los contratos televisivos y los que tienen suscritos con la de Stuttgart.
Lo sabéis de sobra porque lo he comentado unas cuantas veces (cuando hay lluvia de por medio, para ser exactos), pero que el inicio de una carrera no pueda suspenderse o retrasarse porque a la hora tal hay que comenzar a emitir la señal, me parece una soberana tomadura de pelo, ya que convertir el esfuerzo del sábado en calificación en un trenecito de colores con el Mercedes de Maylander haciendo de locomotora, es cualquier cosa menos respetuoso para con los pilotos, los equipos, y por supuesto también con el público.
¿Seguridad? No, señores míos, la seguridad es otra cosa, y su correcto entendimiento recomendaría precisamente lo que he comentado más arriba: la sensata aplicación de un retraso o incluso una suspensión si la cosa va a mayores, circunstancias que cualquiera con dos dedos de frente comprendería si la F1 fuese algo más seria y obviamente menos mediática.
Pero lo de las últimas vueltas del pasado G.P. de Mónaco, como ocurriera ya en el de Australia del año pasado, me produce sonrojo porque para colmo hay una norma específica en el reglamento deportivo que prevé el término de una carrera con el Coche de Seguridad delante, sin que nadie pueda cambiar sus posiciones una vez haya abandonado el asfalto, ¡ojo!, se supone que con la intención de favorecer la belleza inmaculada de la foto finish.
Lógicamente soy de la opinión de que con un accidente como el que tuvo como protagonistas a Trulli y Chandhok, lo pertinente habría sido dar por zanjada la prueba, pues a todas luces resultaba evidente que había razones como para darla por concluida tras acertar a ver que era imposible limpiar a tiempo el aslfato, de manera que no habría hecho puñetera falta el gasto extra de gasolina (¿no se busca una F1 más responsable con el medio ambiente?), ni hacer el ridículo durante unos giros en los que nada iba a cambiar porque con el Safety Car en pista no se puede adelantar, y con el artículo 40.13 en la mano, después, tampoco…
¿Y entonces? Pues lo de siempre, que Bernie manda, que la FIA traga, y que poco a poco se desluce todavía más un espectáculo que a mi modo de ver ganaría un montón de enteros si pudiese trasladar a los espectadores y aficionados las enormes dificultades con las que se desarrolla, admitiendo honestamente que hay momentos en los que se hace imposible continuar corriendo, y obrando en consecuencia sin necesidad de recurrir a paños calientes que tienen como único fin cumplir con un trágala que terminará por descojonar el deporte.
Os leo.
8 comentarios:
No sólo es el espectáculo falso que se da, si no que al final los pilotos juegan a eso, a aprovechar las incongruencias utilizando la trampa sobre una ley confusa y cambiante, para en el mejor de los casos perder los puntos ganados limpiamente, como le ocurrió a Schumacker, o en el peor de los casos ganar los puntos no merecidos, en lugar de correr y tirar para alante, sin especulaciones.
Me decía un amigo que no le gusta cuando los jugadores de fútbol se tiran, porque luego va a ver a los chavales de 12 años y son expertos actores tirándose a la piscina.
Para que Bernie pueda divorciarse y pagar cantidades ingentes a quien ya es su exmujer, es necesario que los horarios se mantengan y se cumplan los contratos publicitarios: si se contrató un anuncio en un corte entre la vuelta tal y tal, hay que dar esas vueltas, sea detrás del SC o empujando los coches. A veces creemos que se trata de un deporte porque parece regido por un organismo que se llama "Federación deportiva", pero no es más que un espectáculo, como el fútbol de primera división y, por tanto, regido por las normas del comercio.
Raul z, plantea un tema interesante, y es el aprendizaje por modelado de las figuras que admiramos y la responsabilidad de esas figuras y quienes regulan la actividad: creo que en este caso Hamilton es un mal ejemplo, porque demuestra que la norma puede no cumplirse y no pasa nada (¿entonces para qué está?).
Jon, peor todavía es cuando esa actitud se aplaude, como en el caso de los ingenieros.
La verdad es que parece que lo único que sabe hacer Brawn es buscar la trampa a la norma, lo que dice muy poco de él, desde mi punto de vista. Y como ya comenté otra vez, pena me da que el único que parece serio de ellos, Adrian Newey, acabe sucumbiendo a los vericuetos de la normativa, a ver si ál también es un crack. ¿En qué? En hacer trampas al fin y al cabo.
Eso no es ingeniería de la buena escuela, y por ese camino no vamos hacia la excelencia, que es de lo que va esto... que es de lo que a mi me gustaría que fuera esto, me corrijo.
Estimado Orroe,
El problema es que nosotros queremos ver un deporte, quizás nos conformamos con un espectáculo; pero la F1 es un negocio. Y como tal tiene sus distintos lobbies que luchan por el poder (dinero). Mi opinión es que por eso los reglamentos son confusos y contradictorios, ya que lo que se quiere es tener la posibilidad de argumentar una cosa y su contraria. Por eso siempre tenemos polémica con las decisiones (que acaban siendo dinero para ciertas gentes).
Me uno a Raúl y Jon al comentar que no es muy edificante ver a los marrulleros triunfar.
Vamoaver: A toda la cúpula de éste tinglao, léase Bernie, Fia, etc... lo único que les importa es el dinero. Todo lo demás son cortinas de humo para no dar a ver las verdaderas caras de esta gentuza. Que si ahorro de costes, ecología, seguridad... pamplinas!
Todo eso se la suda. Lo único importante es que la vaca siga dando leche, y si hay que pintarla de violeta y decir que sale chocolate milka, pues se hace. Bueno, se dice que se hace y se le echa colacao en el proceso. No se si se entiende la metáfora...
Esto cada vez es más como el Pressing Catch en el sentido de que la gente, como espectador, firma el pacto no escrito de: bueno, esto es una patraña, pero bueno: si me trago esta patraña y me creo que se dan galletas de verdad la cosa resulta entretenida.
Yo creo que en la F1, el aficionado medio, o el espectador de domingo a la hora de comer, creo que ha hecho algo parecido en plan: bueno, o me trago esto o me quedo a dos velas. Por tanto me creo que la F1 es así por circunstancias planetarias ajenas a la voluntad humana, y qué culpa tiene la FIA de que la aerodinámica funcione como funciona!, y ya que la Fia hace el esfuerzo en ecología y reducción de costes, que menos que yo como espectador concienciado con el medio ambiente y la coyuntura global actual, tener un poco de comprensión si me cuadra un bodrio de carrera porque no ha llovido....
Luego estamos algunos que hemos elegido el color de pastilla equivocada (rojo o azul) y vemos realmente de qué va la cosa y nos negamos a creernos lo que nos están vendiendo, pero no nos queda otra cosa que seguir tragando, bien porque en el fondo, como románticos de este mundillo intentamos quitar toda la broza y ver el más mínimo destello de los valores que que deberían de inundar este deporte convertido en show, o bien porque tenemos esa esperanza que nunca se pierde y confiamos en que el tiempo al final, pone cada cosa en su sitio, terde o temprano.
No se. A veces pienso que era mejor haber tomado la otra pastilla. Dormiría mejor por las noches y habría muchos lunes que estaría de mejor humor...
Un abrazote
Josetxu ,P
Muy reflexivo el asunto.
Veamos, habiendo medios de comunicación de por medio y contratos millonarios y sponsors y bancos y patrocinadores y multinacionales y miles de espectadores...es casi utópico pensar en una retransmisión y en un deporte/espectáculo no manipulado por los intereses de consumo.
Pero, no nos agobiemos, hay que ser consciente, "darse cuenta", de que la sociedad que vivimos se mueve básicamente por este mecanismo. Todo es "business", hasta la guardería adonde llevas a tu pequeño, por muy delicado que te parezca, es un negocio más y como tal funciona. Siempre que estemos "despiertos" y sepamos dónde empieza y dónde acaba el deporte y el negocio, yo abogo por el seguir disfrutando con lo que queda y seguir criticando lo que no nos gusta.
Las normas del SC, pues lo de siempre: oscurantismo para dar y quitar según convenga (Ahora favorezco a HAM, ahora a BGP,...) y, por otro lado, es el modo de perpetuarse y ser "imprescindible" de los cargos/comisarios FIA .
De alguna manera se tienen que justificar y, si las normas fueran lógicas y claras, ellos sobrarían...
Que no nos vendan la moto...por lo menos, que nosotros no la compremos XDDDD
Un besote
XDDDD. Vuelves a sorprendernos con tu perspectiva original. No se puede resolver un problema de nudos tridimensionales mirando un plano y pensando en plano.
Miramos los detalles del Código Deportivo. Analizamos los fotogramas de una acción en pista. Y cada bando encuentra justificación para una posición tomada de antemano. Y es que, como alguien dijo una vez en Monza, esto ya no es un deporte. Pero ¿ni aún en el Código ¡Deportivo! Tiene ya peso el deporte?
Estos días hemos visto como cambian los reglamentos. La FIA estudia el problema (¿a iniciativa propia, de los comisarios, del Director de carrera, de los equipos o de la FOM?) y toma una decisión. Pero luego es Mr. Wit-thing quien lo redacta y quien lo hace aplicar. Y el chico de Bernie está más pendiente de lo vendible que pueda ser una foto que de dejar claro en el Código Deportivo donde, como y cuando se puede adelantar o no.
Después, como todo rinde, viene el otro show paralelo de discutir si fue penalti o solo tocó el balón con la mano, o si el agujero aerodinámico coincide totalmente o solo en parte con el agujero del reglamento y el de la cabeza de Chorlie.
Dicen que, en vista del éxito, Bernie va a poner un canon cada vez que alguien consulte o copie algún haikú de la obra poética de Mr. Wit-thing. También ha ordenado que después de las carreras recojan las virutas de goma para reciclarlas en merchandisin ofisiá de la FOM. Por eso de que lo verde vende.
Saludos a todos. Estais geniales.
Buenas tardes.
Raul Z ;) Sí, lo peor de todo es que la trampa y el atajo se han convertido en la norma, llevas más razón que un santo :P
Jon ;) Bien mirado, creo sinceramente que haciéndolo bien ganarían lo mismo o más porque el espectáculo se enaltecería... O son miopes o bobos, o una banda de bastardos bobos y miopes, que lo mismo da :P
Raul Z ;) Para eso está el organismo supervisor, o debería estar. Lamentablemente, la mala interpretación, torticera o simplemente errónea, siempre va a incidir en las partes más endebles del reglamento, y repito, para eso está el supervisor, para penalizar en su caso o para corregir, pero una norma que contempla chorradas o contradicciones está comprado papeletas para que hasta los ratones encuentren agujeros por dónde meterse, y así nos va. Un par de palos buenos por buscar donde no se debe, y verías cómo se acababan las historias ;)
Primo de Anónimo ;) Yo sigo en mis trece de que lo que hace falta es una justicia edificante, porque la norma perfecta no existe, ni en el espectáculo, ni en el deporte, ni en el negocio... Palo a quien se salte el espíritu del reglamento, o al juez inoperante, pero hay que meter un par de aquellas para devolver un poco de salud a todo esto :P
Winarthez ;) Consuélate, me temo que la roja y la azul tienen los mismos elementos dentro XDDDDDD Aunque es saludable ver que los que sabemos ver seguimos viendo lo que otros no quieren que veamos XDDDDDD
Concha ;) Ahí le has dado de plano, y los comentaristas a esta entrada son una buena muestra XDDDDDDD Pero imagino que estás conmigo en que ¡manda huevos que todavía andemos así cuando ni siquiera e ha explorado lo que pasaría si las cosas se hicieran como Dios manda! :P
J-Car ;) Sí, a Charlie había que jubilarlo, y es que ya lo comentaba Vatanen: la cultura ésta no hay Dios que la cambie XDDDD Y por cierto, muy bueno lo de las discusiones posteriores como show colateral, muy bueno ;)
Un abrazote a todos
Jose
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