martes, 8 de octubre de 2024

Gansada matinal


Me disculpen, he dormido bien y hoy va a ser una jornada bastante especial. El caso es que, haciendo el repaso matinal por redes, me encuentro con una de esas viñetas que sólo los humoristas gráficos pillan al vuelo, para luego madurar la idea y volcarla sobre el papel con lápiz y rotulador.

Varios usuarios replicaban anoche el enésimo debate sobre si la Fórmula 1 merece ser considerada deporte, y en esto que percibo entre la bruma al bueno de Adrian avanzando hacia ellos sin su cuaderno colorado...

Si Nivola fue chiquitín y escueto que parecía que podía quebrarse en cualquier momento y al Chueco le sobraban algunos kilos, del máximo exponente de nuestra disciplina diríase que camina como si se hubiera olvidado quitar la percha al ponerse el uniforme o la chaqueta. Desgarbado, con esa imagen que ofrecen algunos adolescentes cuando crecen más a lo alto que a lo ancho, luce cartón con orgullo y mantiene una piel transparente, cuidadosamente mimada por Mandy para que a su esposo no le suba el colesterol, a base de acelgas, verduras hervidas y ensaladas acompañadas con filete a la plancha.

Newey no es un atleta, ni falta que le hace, pero es el mejor, quizás porque aquí dentro siempre ha sido más importante la maña que la fuerza, el cerebro y la creatividad en pista por encima del físico al volante; la mentalidad, en una palabra.

Os leo.

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