Somos de tirita fácil, sobre todo en según qué temas que conciernen a la virtud de nuestro deporte. A Ricciardo lo habían despachado de esa cosa con nombre raro que antes se llamaba Alpha Tauri, porque había contrato con Lawson y se le debían seis carreras al neozelandés, porque no había logrado superar a Tsunoda, porque había perdido el hambre o yo qué sé, todo menos mirar a Herr Doktor a la cara, no vaya a ser que la sentencia nietzscheana se cumpla y el abismo nos devuelva la mirada.
El caso es que hemos sabido por boca de Horner que, después del Gran Premio de España, el de Graz ya se quiso quitar de encima al australiano [Red Bull boss Christian Horner reveals advisor Helmut Marko wanted driver dropped after Spanish GP], por no exponerse a que le jodiera lo programado, añado, pues literalmente sobraba una vez había puesto a punto el RB CARV 01 para que cubriera el resto de la temporada.
Escribí hace unos días «... y eso es lo que no te ha perdonado el tipo más siniestro de la parrilla» [Don't cry, Daniel], y bueno, digamos que no anduve muy errado en mis estimaciones, a pesar de haber levantado algunas ampollitas flanderianas entre los más sensibles.
Y hoy anoto que sí, que todo indica que Helmut Marko es de los que te la guardan, y es que todo el mundo sabe que con una carraca de Faenza se puede llegar a Campeón del Mundo y que Liam Lawson será, sin duda, el mejor candidato para sustituir a Max Verstappen cuando el holandés decida fichar por Brackley.
Os leo.
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