Alguien tenía que escribirlo, ¿no?
A doña Ana María le debemos un Nano que está salvando él solito una temporada donde Goliath carece de Davides ante los que medirse. El año que viene quién sabe lo que nos traerá, pero en 2023 su hijo ha reconciliado a los aficionados españoles con el agradable sabor que tiene el podio, con esa fragancia que destila la posibilidad de terminar Subcampeón del Mundo, y, poco a poco, y como regalo de noche de Reyes, el asturiano va rindiendo por asedio a todos aquellos que le han negado tantas veces el pan y la sal.
Podríamos gritar ¡Milagro, milagro!, pero considero que es mejor utilizar el castizo ¡Viva la madre que te parió, Fernando...!
Os leo.
1 comentario:
hemos esperado tanto por cosas así del nano antes de que culmine su carrera y cuelgue los guantes... a disfrutar de las mieles del éxito que seguro no serán por mucho tiempo..
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