A otro nivel

Los viejos del lugar leemos a Lewis en plan canallita, como si le conociéramos de toda la vida y no sólo a través de los resúmenes de la temporada que nos brindaba la FOM.

La verdad es que ya entonces encontrábamos risa asegurada en las ocurrencias que tenía la patrona de la Fórmula 1 a la hora de resumir una sesión. Imaginaros cómo era aquello si en riguroso directo no se han cortado un pelo en 2019 a la hora de censurar las evoluciones de Carlos Sáinz carrera sí y carrera también. No es menos cierto que Bernie ya se mostraba el más listo de la clase, por un lado afirmaba que no le interesaban lo más mínimo las nuevas tecnologías —años después llegó a decir que su interés estaba en los septuagenarios que compraban Rolex, no en internet—, pero por otro, con aquellas recopilaciones estaba sembrando las semillas de nuestra posverdad.

El compendio es como la chuleta para los exámenes, pero en este caso la proporcionaba el profesor, lo que suponía un completo sindiós.

Como decíamos antes, nos reíamos con las ocurrencias del enlatado porque era para reírse, como pasa en la actualidad con lo de Carlos. Los de la vieja guardia también nos reímos ahora, fundamentalmente porque la mayoría de hechos y acaecidos, y análisis u opiniones relativos a esos tiempos remotos, que se vierten a través de Youtube por nuestros modernos creadores de contenidos, abrevan de los benditos resúmenes, los highlights que se dice, porque no hay tiempo material para visionar toda una temporada antes de escribir una línea o pronunciar una frase con chispa ante el micrófono. 

Lo mejor de todo es que intuyo que Bernie ya sabía qué vendría después...

En fin, me estoy distrayendo. Decía que los viejos del lugar leemos a Hamilton en plan canallita y le entendemos mejor porque relacionamos sus estados ocasionales con los estados ocasionales de su situación contractual, igualito que hacía Groucho Marx en Una noche en la Ópera. Así las cosas, cuando toca renovación Lewis se amustia, baja temperatura y si le dejas piensa en abandonarlo todo por responsabilidad con el planeta, pero si las negociaciones van bien siempre se viene arriba y suelta cosas como I'm going to be a machine. This year... on another level!

Se comenta que hay sobre la mesa 96 millones de dólares por dos temporadas esperando al astro británico, y sinceramente: ante una situación así yo también juraría que me voy a comer el mundo.

Os leo.