En sintonía con la carrera del sábado [Iowa One], el Grand Prix of Iowa Race 2 del pasado domingo vino a ser prácticamente su continuación, pero esta vez propuesta a 300 vueltas.
Power en la pole, Newgarden a su lado, la arrancada nos brindó la sorpresa de un Patricio O'Ward especialmente entonado que supo pasar de la séptima plaza a la tercera en apenas un giro, convirtiéndose así en integrante de la terna que capitaneó la cabeza de la prueba durante el primer tercio de la misma, pues a partir de ese instante el guión cambiaría radicalmente.
Con O'Ward intentado hincar el diente a Power durante una eternidad, la prueba se nos fue hasta la vuelta 194, momento en que Arrow McLaren metía a pits al mexicano. En la siguiente Penske llamaba a sus hombres, pero para Power resultaba tarde porque el regiomontano ya le había robado la posición y tiraba como un demonio para acercarse a Newgarden, cosa que no consiguió hasta la 236, cuando el vehículo del estadounidense se averiaba y alcanzaba el muro, obligándole a abandonar, claro.
En el reinicio tras la correspondiente amarilla, Pato O'Ward no perdió un segundo en poner distancia con Will Power, que, a su vez, era perseguido por los Scott McLaughlin y Dixon.
Lejos de limitarse a gestionar la ventaja, O'Ward se mantuvo tieso en cabeza y sin ganas de soltarla, de manera que cruzó la meta en la primera plaza, seguido por Power y McLaughlin, con Dixon y Johnson cerrando el Top Five. Álex Palou, totalmente carente de ritmo y seguramente de alicientes, tenía que contentarse con terminar décimo tercero y con vuelta perdida.
Os leo.
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