Se nos va media vida desperdiciando oportunidades y la otra media quejándonos de lo complicado que está eso de salir del hoyo. Hace años le dedicaba a Pedro de la Rosa la historia de una rana que no perdió la esperanza, que a fuerza de batir la leche intentado escapar del vaso que la contenía, terminó convirtiéndola en espesa nata donde tomó pie para poder escapar...
No sé qué fue del batracio pero a nuestro barcelonés le va bien sin mis consejos y batallitas de abuelo cebolleta, ¡ojo al dato!, que diría el gran José María García, aka Butanito. Eso sí, me consta que rondando las 24 Horas de Le Mans 2020 andan los cuatro gatos de siempre, el gurú trasnochado y un montón de aquellos que llegaron con Fernando Alonso a la Resistencia y molestaban, molestaban mucho porque no entendían nada y eran unos advenedizos, aunque, a la hora de la verdad, ¡míralos hoy por ejemplo!, hacen granero como el que más, y acaso con ganas quintuplicadas.
Os leo.
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