domingo, 31 de marzo de 2019

Wonderland


No parece adecuado abrir la tarde hablando de Sebastian Vettel, pero apaga y vámonos si no podemos aludir a su ritmo pobre y al error infantil que lo han hundido en una carrera que va a tener clavada por siempre jamás...

En contraste con la actuación de Leclerc, que ha batallado hasta que su coche le ha dejado tirado —luego echaré el ratito con él—, la actuación del de Heppenheim en Sakhir delata a un piloto que sigue cuesta abajo y sin frenos, y, admitámoslo: que produce pena, de la buena, se entiende, porque lejos de la visión sesgada que verán en estas líneas los habituales de siempre, no me alegro ni me alegraré jamás viendo un deportista en horas tan bajas, ni siquiera si se llama Sebastian y se apellida Vettel.

Llevo meses advirtiendo que mi corazón no me permite hacer sangre por mucho que a algunos les haya parecido que he bajado el tono con él y me hayan solicitado más caña. Si os soy sincero, si tuviese a mano su whatsapp le escribiría que se venga para Gorliz porque aquí se renace y es eso, precisamente, lo que le hace falta ahora: renacer de las cenizas y tomar el control de su vida profesional, entre otras cosas, porque como no tenga una mano amiga que le cante las verdades del barquero y le diga que más se perdió en Cuba, Seb se nos puede seguir rompiendo por cuatro sitios.

Hace años, a comienzos de noviembre de 2010, le dediqué unas letras cuando ni siquiera había ganado su primer campeonato [¡Vettel, Vettel, Vettel!], y hoy reitero que no me gusta destrozar juguetes rotos pues soy más de la técnica del kintsukuroi. Cada cicatriz también supone una historia y apetece recordarla. Así que dejémonos de moñadas y aceptemos que Sebastian tiene que aguantar las críticas porque hace cosas que carecen de nombre, y también, porque milita en Ferrari y ya se sabe: Maranello se come a sus hijos con más voracidad que Saturno a los suyos.

La italiana es mal sitio para hundirse, lo escribía el otro día [Exaltación «rossa»], pero quedan diecinueve pruebas por delante y no seré yo quien le niegue el pan y la sal que negó el ferrarismo más cenutrio al tipo a quien sustituyó en La Scuderia. Ése al que no se puede referir uno porque enseguida salen a la palestra la envidia y el bratwurst, todo con tal de no llamar a las cosas por su nombre.

Vettel ha firmado una carrera de mierda y el problema radica en que no puede echarle la culpa a nadie. Charles le ha pasado literalmente por encima, y cuando sólo tenía que pensar en terminar en la mejor posición posible, se ha enredado en sus presiones y fantasmas y ha acabado rematándola con el trasero. Así, desde luego, no vamos a ninguna parte. Los momentos de debilidad de Mercedes AMG son los que tiene obligación de aprovechar Ferrari. Pero se ve que ni por ésas. A Leclerc le ha fallado la unidad de potencia y Sebastian estaba demasiado lejos...

Doblete de Brackley y los tifosi hoy nos acordamos de la madre que parió a Peneque... Y no, no se resuelve nada así, pero tampoco cargando las tintas sobre Vettel, dando valor, o quitándoselo, a sus cuatro mundiales obtenidos cuando la vida transcurría sobre raíles y si algo se torcía siempre estaban allí Horner, Marko o Whiting, o Bernie con su cara de brujo. 

La realidad está aplastando a Vettel, pero vamos a ponernos en positivo: en China puede ser diferente, para él y para todos. Apostemos a ello, aunque ya no esté el asturiano que servía hasta este año pasado para enjuagar tantas meteduras de pata por centímetro cuadrado como sigue siendo capaz de cometer quien lo batió en pista entre 2010 y 2013.

Os leo.

9 comentarios:

Bruz dijo...

Pues no, no hay que agregar mucho a lo que se ve a simples vista.
Pero la cosa tal vez no sea tan sencilla como verlo a simple vista.
La cuestion es que LeClercKent tiene la carreta Ferrada más a la mano que Sebastien. Y la culpa la tiene el propio Sebastian por su estilo aprimorado de correr la curva.
Ehhhh, hay que entender un poco de su estilo particular con el que construyó Vettel el tetracampeonato, gracias a que Newey le ponía la famelica Re.NÓ a que respondiera a su anticurva. Pero no fue solo porque el RBR corría sobre rieles. Todo era colocado para servir a su estilo aprimorado y una caja adecuada a cada pista para rendir y perderse al inicio y solo administrar al final, por eso era necesario siempre que posible hacer la pole. nadie gana 4 campeonatos de gratis, y mucho menos dos peleadísimos con gente grande.
El Problema de Vetto que sufrió Sebastian en 2014, era porque ya nadie quería otro alemán ganando 5 campeonatos seguidos. Por eso el reglamento de 2014 solo le faltó prohibir de correr a los nacidos en Heppehein.
Claro que muchos dicen que todo gran piloto debe saber adaptarse y no sucumbir ante los cambios. Pero Betto además de no adapatarse bien, sigue intentando luchar con los linderos de la física cunado el equipo ya no lo acompaña.
Ahi es que los simplistas ven apenas errores.
...
No seas simplista viejo. Ahonda un poco en los estilos de pilotaje (el Nanos tiene el suyo, pero él es más adaptable). Y mira que fue lo que hizo la FIA para evitarle a Betto que volviera a tener la trasera presa y esa aberración mecánica de no dejar más hacer ajustes de caja.

karatecla dijo...

Ha sido el box de Ferrari el que le ha capado el coche a Charles, o es que he sido yo el único en pensarlo?

Tadeo dijo...

Llegas 9 ó 10 años tarde

Saludos

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Muy buenos días ;)

Josep ;) Las explicaciones de Ferrari parecen honestas. El panel de control del volante de Leclerc avisa del fallo y la reacción tanto del piloto como del equipo no indican manipulación, al menos eso creo :P

Bruz ;) Para entender qué te ha dicho Tadeo convendría que te leyeras el 90% de este blog, pero no te lo recomiendo: es mucha lectura ;)

Tadeo ;) Creo que son exáctamente 9 ;)

Abrazotes

Jose

karatecla dijo...

Todo eso se puede hacer desde el box mediante telemetría. Ya vi a los mecánicos tristes, pero solo hace falta que lo sepa una persona...
No querían que Seb quedara tan atrás de Charles.
Eso o es que me he vuelto paranoico desde que sigo este blog jajaja.

oca dijo...

Sebastián en horas bajas?
El problema reside en que igual nunca fue un piloto de horas altas...
Solo que en sus manos tuvo la suerte de tener aquellos Red-Newey, el segundo Austral destapó las cartas y nos descubrió aquellos faroles...
Sebastián ya no se sostiene, en Ferrari tenían dudas ayer quedaron resueltas...
Ojo no se acuerden de las órdenes de Australia...
Charles si que es de horas altas bueno, suave y limpio en sus actuaciones dentro y fuera y no como un amigo Holandés que le vale todo con tal de ganar...
Un pensamiento mas, que hubiera pasado con aquel Red-Newey en otras manos...

Anónimo dijo...

Yo creo que ayer Charles salio mal porque no calento bien las ruedas. En la vuelta de formacion, hizo unas cuantas eses menos que el resto. Probablemente los nervios. Luego, demostro su temple en los dos adelantamientos a Bottas y Vettel.
Por cierto, yo creo que Vettel esta YA acabado. No solo le levanto las pegatinas su compañero, sino que con otro trompo, ha mostardo el camino a todos sus rivales. Si Hamilton, Bottas, Max o cualquier otro estan en la pelea con el aleman, tan solo deben poner resistencia, y este se diluira como azucarillo en agua caliente. ¿ quien del peloton le va a ceder un centimetro para que pase?
Resulto que el amargado perdedor cuando decia que corria contra Newey, no contra Vettel, estaba diciendo la verdad. El tiempo nos pone a cada cual donde nos corresponde.

Unknown dijo...

Pobre DeLorean, debe andar ahorcandose de un palo por culpa de vettel.

Tadeo dijo...

Coincido con tu análisis de la,salida, que en el fondo no es más que bisoñez y nervios todo en un pack.
En cuanto se puso a lo suyo, se concentró, empezaron las reacciones automáticas y apareció el chevalier de las curvas.

Saludos