domingo, 31 de marzo de 2019

El sueño del guepardo


De un tiempo a esta parte, Lewis comienza las temporadas con baja temperatura y la va adquiriendo conforme transcurren las carreras, para a partir del verano soltarse la melena y comenzar a dar lo mejor de sí mismo, que como diría Manuel Alcántara, suele ser lo peor para sus rivales.

Desde la óptica del enfrentamiento con Sebastian, se puede decir sin temor a errar que en el caso del alemán, éste es el momento ideal para poner a nuestro protagonista contra las cuerdas, y aquí encontramos una buena cantidad de claves que aclaran por qué 2017 y 2018 se convirtieron en sendos calvarios para el tetracampeón del mundo, ya que no logró distanciarse lo suficiente y luego todo fueron problemas y prisas.

Hamilton y Vettel necesitan mucha comodidad alrededor. En el caso del primero, su batalla con Rosberg en 2016 se definió precisamente por lo incómodo que estuvo siempre el de Tewin. En el del segundo está más claro aún: cada vez que el de Heppenheim no se ha encontrado a gusto ha terminado sacrificando sus cualidades en pista...

Y bien, leo que hay sectores de nuestra afición y especialistas de la prensa, que consideran perjudicial la parsimonia de la que hace gala el británico y empiezan a valorarla como un handicap de cara a su sexto título, pero como es domingo y todavía me duele la hora que nos han quitado, me apetece recalcar que Lewis va encontrando la comodidad a ritmo lentotxu seguramente porque como deportista funciona mejor así, y aquí cabe muy poquito que decir. 

Se habla poco de la mentalidad del atleta en general, pero es obvio que también cuenta en Fórmula 1. Voy más lejos, en el caso de Hamilton me parece muy precipitado intentar comparar su actitud actual con la fogosidad que mostraba hace unos años en los inicios de temporada. Su mayor baza es su coche y él es el primero en saberlo. En este sentido, conoce perfectamente que si lo necesita lo va a tener a su disposición cuando sea preciso —para Sebastian este punto es harina de otro costal—, y sí, se toma las cosas con mucha tranquilidad pero, básicamente, porque puede hacerlo.

También está su estatus indicutible en Brackley. Es mucho mejor que Bottas a una vuelta y en carrera, lleva cinco mundiales a las espaldas y si precisa de una mano por parte de su equipo sabe perfectamente que éste se la tenderá, como por otro lado, sucedió en Rusia 2018...

Sí, puede permitirse estos lujos de entrar suavecito en la sesión correspondiente mientras adquiere la comodidad necesaria porque una vez haya ganado temperatura no lo va a parar nadie. Como animal de carreras que es, estimo que nos dará lo mejor de sí a partir de julio, mientras tanto, gestiona las distancias y madura su estrategia para conseguir sus objetivos. Yo no diría que está dormido, aunque a veces dé esa sensación.

Os leo.

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