martes, 5 de marzo de 2019

Sin anestesia


Con esto de proteger a Vettel nos la estamos cogiendo tanto con papel de fumar, que da reparo mirarse en el espejo ése que nos pone en pelota picada en cuanto nos despistamos.

Ya no hace falta un coche que pueda morder los talones de la fiera, no, se precisa saber que tenemos un misil para irnos a la cama sin exponernos a sufrir pesadillas, y me temo que este planteamiento tiene poquito de deportivo y mucho de ponerse la tirita antes de la herida.

Con una pretemporada como la que ha firmado el SF90, hace tan sólo unos años se sabía más o menos quién se podía llevar el campeonato. Hoy no, hoy hay que esperar a ver si Mercedes AMG enseña la patita, no nos vaya a dar un susto, y por muchas vueltas que le demos, todo esto tiene que ver con la poca confianza que hay en el piloto estrella de Maranello, que si viniera de gentucilla como yo no pasaría nada, pero es que la fiebre ha pillado a los vettelistas y los pobrecitos míos tampoco se la quitan de encima ni con Pharmagrip.

Hay coche, esto es obvio; de perogrullo, que decía aquél. Que sea el mejor de la parrilla o el segundo mejor, o incluso el tercero, no quita para que con él se puedan luchar ambos títulos, que ni hemos nacido ayer ni nos hacen falta gurúes para imaginarlo.

El SF90 es una grandiosa herramienta. Sebastian y Charles tienen el deber de sacarla provecho, y si no saben hacerlo serán acreedores de una somanta, y discúlpenme ustedes que sea tan directo en estas líneas. En Fórmula 1 caben los matices en las valoraciones, pero en la pista no, y menos cuando vistes de rosso.

Muy a pesar de la etapa Schumacher, la grandeza de La Scuderia ha estado siempre en la pelea. Sus pilotos luchaban o morían sobre el asfalto —metafóricamente hablando—, como verdaderos héroes, no como estrellitas flanderianas que únicamente destellan cuando el viento viene de cola. Y la machinna los acompañaba, a veces dócil y resuelta, a veces aviesa, otras, revoltosa o inmanejable, para mayor disfrute de quienes continuamos pensando que se è bella, è veloce, incluso cuando toca morder el polvo.

Vettel no tiene excusas, se le agotaron en 2017. Vive una vida de prestado pero el SF90 le supone una preciosa última nueva oportunidad. Cualquiera en su lugar se dejaría lo que no tiene con tal de erradicar los viejos fantasmas. Pasa que sobre un RB7 de 2011, un ejemplo, una pretemporada como ésta olía directamente a victoria, pero sobre el monoplaza italiano en la actualidad, huele a ruego de clemencia a San Biagio para que el primer espada no vuelva a liarla como hace dos años o en 2018. Pasa, en una palabra, que sobre el de Heppenheim pesan más dudas que las soportables...

Sin anestesia, que queda mejor. Sebastian tiene una vez más todo lo necesario para hacerlo, y va la tercera en tres años, ergo queda en su zurrón resolver la papeleta de conseguirlo sin necesidad de que el W10 enseñe la patita, el muslo o los pectorales. Hay coche y deberíamos confiar, en consecuencia, en que también hay piloto para llevarlo a la victoria o para morir —metafóricamente hablando—, como claudican los hombres de la de Il Cavallino: peleando sobre el piso del circuito hasta la última esencia. Como le gustaba a Il Commendatore, porque si hay que saborear la derrota se saborea, pero siempre con la frente bien alta.

Os leo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema contigo, José. Eres un resultadista de caca.

Hombre! que hay cosas más importantes en la F1 que ganar campeonatos. Cómo cuáles? pues traer ambientazo al equipo, reivindicar a tu compañero cuando lo merezca, llevarte bien con tus jefes... Agradecer. Agradecer mucho.

Fino te iba a poner Enzo, luego de leer esta columna. Te cantaba las cuarenta, por tu falta de sensibilidad. @Telaetxe, con qué autoridad te metes con mi muchacho?! A la próxima te mando quitar el carné!

Ahí, ahí! A lo Whiting. A la próxima te cruje, así escarmientas.

chema dijo...

Ningún piloto ha ganado el título para Ferrari desde Kimi en 2007. Seb ha peleado por 5 títulos y ha ganado 4, así que confianza toda...

El asunto es que a estas alturas de pretemporada confirmar que un monoplaza es ganador y su posición respecto a sus rivales me parece absurdo.

Habrá que esperar y ver, Forza!!!

oca dijo...

Confianza?
Tu si que tienes, que por otro lado siempre es buena...
Su propio equipo subió a charles, esto da pistas....
Un saludo

Anónimo dijo...

"sobre un RB7 de 2011, un ejemplo, una pretemporada como ésta olía directamente a victoria"

Vettel, en su era Redbull, era la punta de una lanza.

El alemán era el dinerito FIA de Mateschwitz, el lápiz de Newey, el motor soplador de chasis Renault. Los mecánicos, los ingenieros de estrategia. La mano negra de Horner, el sacrificable Webber que quitaba puntos al enemigo y hacia de cebo cuando tocaba. El morrito flexible, los Pirelli traperos de Ecclestone. Grossjean. Petrov.

Eso eran los cuatro títulos de Vettel. Ahora, desnudo de tanta opulencia, para esto se ha quedado.

Y Confianza es un contrato firmado, mucho antes de finalizar el vigente. Todo lo demás, son pajas mentales.

chema dijo...

Si y un motor con menos potencia y fiabilidad que el resto, de todas formas me vienen a la cabeza el Mass Dumper el control de salida o los neumáticos Michelin de sastrería.

Grojean, Petrov??? Vamos que no solo Felipe debía apartarse... Hay que saber adelantar en pista.

Antonio L. dijo...

Es evidente que Ferrari este año tiene a priori el mejor coche de los últimos 10 años. Me alegro porque de esta manera ya no habrá ninguna excusa para luchar de tú a tú por el campeonato.

La herramienta es ganadora, solo falta que el equipo no falle en los momentos cruciales de cada gran premio ya sea el piloto, el ingeniero, el mecánico o el chef que prepara la comida para los de "colorao".

Si a esta ecuación (Ferrari + Mercedes) tenemos la suerte de sumarle a Red Bull vamos a disfrutar una grandísima temporada de F1.

No me importan las cagadas pasadas de Vettel, lo que quiero es que se resetee y luche como un canival hambriento por cada centímetro de pista con Hamilton, Verstappen o con quién sea. Creo que es su última oportunidad para reivindicarse porque como falle no se que escudería va a confiar en él para liderar un proyecto ganador.

Este año ante la falta de mi piloto franquicia en la parrilla solo espero disfrutar de las carreras (sin sufrir) y pasarlo "pipa" con las guerras que espero se den en todos los grandes premios.

Un saludo de un Alonsista.

Anónimo dijo...

Hay que saber respetar los límites de la pista, sí. Para poder adelantar legalmente y no como en Silverstone 2014. Así como definir si vamos a penalizar el cambio de trayectoria en frenada, o echar fuera de la trazada al adversario. O si descalificamos al que se pone a la par y te echa el coche encima.

Vettel, Verstappen, Hamilton... Los enchufados que os gustan a vosotros los fascinerosos. Si es que al final, sólo se trata de vender mogollón latas energizantes o cerveza a chavalitos que el día de mañana, consideren pagar el abono de TV.

Siempre habrá una grúa, o una bandera verde fantasma que les recuerde que sin las ventajillas, quedáis para lo que ha quedado el alemán. Y con el culo al aire.

Cao Wen Toh dijo...

Anónimo del 7 de marzo de 2019, 11:09: se puede decir más alto, pero no mas claro. Mis dieses.

Tadeo dijo...

Siempre con tus cositas, mass-damper, con a de asno, lo llevaban todos y se prohibió solo el de Renault, pero de eso no sabes nada.
Control de salida pues tb llevaban todos, pero tu alzehimer selectivo ha funcionado estupendamente ahora
El culmen es ya lo de los michelin. A Schumacher no le hacían tb los neumáticos ad-hoc?
Vaya, cuanto fallo de memoria

Si es que eres ..... pa tó, pa un rato no, pa siempre

Saludos