¡La madre que nos parió!

Si antes lo menciono, antes ocurre. Hablaba casi hace 24 horas de un posible apagón en Singapur, y hoy hemos sabido que un sector completo de la iluminación se vino abajo durante unos minutos, ayer mismo. Aunque las buenas lenguas han quitado importancia al asunto en base a la consabida artimaña de considerarlo una prueba (cuya existencia no conocía nadie, acoto), el caso es que el suceso ha tirado al suelo las explicaciones que he leído hoy en la prensa, y que mencionaban la casi total fiabilidad del sistema sobre el argumento de que si un sector colapsa, el generador del anterior se hace cargo de él, asegurando su correcto funcionamiento. 

No contentos con esta explicación que se había quedado en papel mojado antes incluso de ser publicada, los responsables del invento iban aún más lejos, afirmando que si 11 de los 12 generadores colapsaran (hablaba yo ayer de 6, así que disculpadme), el superviviente se encargaría del resto… ¡Estos de ciencias! ¿Y si fallan los 12?

Pero dejemos el asunto de la luz a quien corresponda, y encomendémonos por precaución al responsable del santoral que se ocupe de estas cosas, para que con su intervención impida que haya más problemas de los ya existentes. Y es que hay muchos: numerosos y peligrosísimos baches al finalizar la zona más rápida del circuito, avistando ya la curva 7; unos mojones que acojonan en la doble chicane de la curva 10, cuya presencia ya ha cobrado su primera víctima (el pobre Fisi, y reincidiendo); una entrada a boxes que coincide con la trazada de la curva 23, justo la que abre la recta de meta; y un exceso de goma sobre el asfalto que como llueva esta noche, convertirá el circuito en una pista de patinaje hasta la vuelta 20, cuando la cosa vuelva a normalizarse… Y si llueve durante la prueba (la amenaza sigue presente), lo cierto es que nadie sabe lo que puede deparar este trazado lleno de incógnitas. Bueno, nadie no, Ecclestone sabe perfectamente que pase lo que pase no puede cancelarse.

Y hablando de incógnitas. En el cuadro de apertura de la calificación he visto en la pantalla que el recorrido va a ser de 53 vueltas. Como quiera que estaba establecido en 61, y hoy ha sido Carlos Miquel quien ha levantado la liebre al desvelar que la carrera podía excederse de las 2 horas reglamentarias, dado que el tiempo estimado por vuelta se había quedado un poco corto (no temáis, sportauto.fr se ha hecho eco del comentario aparecido en As, y no suelen irse de varetas), he andado mirando por ahí pero no he podido contrastar el dato (que por otro lado ha pillado en calzoncillos a Lobato y Serrano, quienes ni lo han mencionado; al menos no se lo he escuchado), vamos, que a lo mejor ando en lo cierto y al G.P. de Singapur lo han capado en 8 vueltas en previsión de alguna contingencia, o estoy metiendo la pata hasta el corvejón y por escrito. Sea lo que sea, lo acepto.

Y para terminar. La calificación ha sido interesante. Kimi se ha dejado las pestañas pero no ha podido ni con mi Felipe (supremo), ni con el hijo de Anthony Hamilton, lo que le ha colocado 3º, augurándole yo una posible salida al estilo de la que hizo en Francia el año pasado. En el lado negativo, la mala leche que se ha gastado la bomba de la gasolina del R28 que conduce Fernando, que ha dicho basta al inicio de la Q2, pudiéndolo haber hecho en el mismo momento, pero de la Q3. ¡Ya son ganas!

Lamento no poder dar una miserable previsión sobre lo que sucederá mañana, porque se esperaba lluvia y todavía no ha aparecido; porque el circuito estaba al 100% Ok, y ya hemos visto; porque la iluminación iba a funcionar correctamente, pues había sido probada hasta la extenuación, y ya ha sufrido un serio problema; porque las evaluaciones por ordenador presentaban la prueba ligeramente más rápida y ya la han acortado (o eso creo); porque Tilke decía que se podía adelantar, y los pilotos preguntan ¿dónde?…

¡La madre que nos parió. Qué diferente sería el mundo si no estuviera anegado de tanta certeza que se viene abajo a las primeras de cambio!