lunes, 25 de noviembre de 2024

Frases hechas


Mejor haríamos si nos dejásemos de tanta gilipollez y tanto «la F1 es británica», y atendiéramos un poquito más a cómo los ingleses nos ordenan poner el trasero en pompa y nosotros obedecemos prácticamente sin chistar.

Décadas de aguantar al individuo cuya imagen abre esta entrada, básicamente por la protección que le brindaron en vida los periodistas isleños y cuanto imbécil pasaba por allí, como para que un servidor se altere lo más mínimo porque a Ben Sulayem se le estén multiplicando los problemas en la FIA, ya que en la Federación siempre ha habido porquería bajo las alfombras y sólo ha cambiado la actitud del anotador.

Tampoco hay que ser extremadamente inteligente, pienso, para asimilar que el organismo ha llegado a oler tan mal gracias a la tolerancia de los que ahora esgrimen críticas sobre él día sí y día también. Es más, diría que el principal foco principal de hedor no está en Place de la Concorde y lo que sale de allí, sino en esa prensa amancebada con el poder —y cuantos la justifican—, que nos dice cómo y cuándo debemos escupir a quienes ha elegido como diana para lavar sus pecados y ejercer su infinita hipocresía.

Os leo.

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