Rescatando a Kimi

La ingenuidad es un grado en esto de ser aficionado a la Fórmula 1 como mandan los cánones. Crees lo que te dicen o lo pones en cautela, no hay más, de forma que hay más crédulos por centímetro cuadrado que tocapelotas como yo, por ejemplo, y este estado de cosas es sencillo de entender porque a todas luces se vive más agustito evitando hacerse preguntas engorrosas que llenándote la cabeza de interrogantes que, seguramente, jamás obtendrán respuesta.

Pero esto es Nürbu y aquí nunca hemos mostrado miedo a mirar la realidad por el rabillo del ojo por ver si así discernimos síntomas que nos ayuden a comprender la actualidad, sabiendo, obviamente, que hasta dentro de cinco o seis años, y con suerte, no sabremos si hemos acertado o no, y que lo más seguro será que para cuando la realidad nos dé una palmadita en la espalda por los servicios prestados, ya será tarde para sacar pecho por ser tan irreverentes y tan insumisos cuando tocaba, no cuando nos decían que tocaba, no sé si me entendéis.

Soy kimista, creo que lo sabéis de sobra pero también considero que no viene mal recordarlo de vez en cuando para que no se me olvide a mí, y, fundamentalmente, para que no se os olvide a vosotros, lo que me ha llevado a plantar cara al discurso oficial sobre el finlandés cada vez que ha hecho falta o he considerado que resultaba pertinente. Hoy es uno de esos días...

Oficialmente, Raikkonen es un tipo indolente que está viviendo el declive dorado de su carrera disfrutando de un puesto que no merece en Ferrari porque hay un montón de candidatos que lo harían mejor que él, Antonio Giovinazzi, por ejemplo, Sergio Pérez, Daniel Ricciardo... En realidad quien sea que supuestamente lo haría chupilerendi sobre un auto rosso importa un comino, porque la idea que subyace bajo la correosa piel de este discurso, bastante rancio, por cierto, no es otra que al finlandés le pagan un pastizal por no hacer nada, relevante, se entiende, lo que nos pone en que cobra por molestar poco o nada a Vettel.

El discurso oficial va más lejos y riza el rizo: Kimi tiene las mismas opciones que Sebastian en Maranello, lo que pasa es que como está sobrevalorado y tal, y, además, todo se la sopla, no cumple con su cometido, circunstancia que sirve para que le aticen a la mínima.

Imagino que os habréis dado cuenta de que la historia de los cogieron no se sostiene porque no tiene pies ni cabeza. Y puesto que os advertía antes que soy tocapelotas por vocación, yo tengo una solución más simple para explicar el papel de Raikkonen en La Scuderia, en la que además las piezas encajan, y no una ni dos, sino todas.

Kimi es el escudero de Sebastian y cobra un pastizal para hacer lo que le mandan o lo que conviene hacer en cada prueba del calendario. En este sentido, como decía el otro día, Ferrari ha descuidado un poco al campeón del mundo de 2007 porque lo importante era marcar distancias con Mercedes AMG, sobre todo, colocando a Vettel en la mejor posición en el campeonato.

Bien este punto se ha resuelto satisfactoriamente. El tetracampeón del mundo 2010/2013 mantiene cierta ventaja después de Bahrein sobre Lewis Hamilton y la de Il Cavallino Rampante lidera la tabla de constructores por muy poquito, y puesto que pienso que Kimi ni está sobrevalorado ni desmotivado ni cobra por no hacer nada ni se le ha olvidado conducir, considero que la italiana va a empezar a utilizarlo a pleno rendimiento desde practicamente ya porque empieza a ser hora de certificar las sensaciones que han destilado los primeros compases del Mundial.

El tiempo se ha echado encima. La de Brackley va a hacer uso de órdenes de equipo a partir de Rusia y Red Bull está en la pista de despegue para comenzar a dar sustos. Sería idiota que Arrivabene siguiese descuidando a Iceman...

Os leo.