Cuidado con los «Saltos de Fe»

De la misma manera que os he prevenido contra los mensajeros del miedo desde pretemporada, os digo ahora que no lancéis las campanas al vuelo porque los mismos, repito: los mismos, o bien nos van a poner la cabeza como un tamboril de aquí al verano con palabras como resurrección o milagro, o bien nos la pondrán igualmente como un bombo hasta conseguir que dé miedo salir a la calle.

Estuvo bien lo que sucedió ayer en Bahrein, para qué vamos a engañarnos, pero no deja de ser normal pues tarde o temprano tenía que suceder algo de este estilo, ya que se estaba trabajando muy fuerte en redirigir un comienzo de temporada bastante cutre.

Pues bien, éste, el del trabajo, su cantidad o calidad, ha sido el flanco que se ha estado batiendo desde los medios sin tener dónde agarrarse, bien cuestionando la capacidad de los japoneses para llegar donde quieren, bien cuestionando su capacidad y su implicación en el proyecto, o bien cuestionándolo todo, que siempre resulta más fácil.

Y el caso es que los padres del Walkman, el manga y el anime, de la epinefrina sintética y la anestesia general, los trenes bala, los robots inteligentes y las memorias USB, entre otras muchas cosas, como la miniaturización de los transistores que sustituyeron a las válvulas termiónicas e hicieron las televisiones y las radios más pequeñas y económicas, por no hablar de su contribución al desarrollo de la electrónica, ni son lerdos ni son vagos ni han estado por la labor de dejar que un mal enfoque les amargase la tarde.

Desde febrero he pedido por activa o por pasiva que se dejase trabajar a McLaren y Honda, y hoy reclamo (desde el desierto) que se les deje seguir trabajando porque todavía queda mucho por hacer y por pura lógica, los resultados en Grandes Premios tardarán en llegar, seguramente mucho.

Es importante este asunto porque como escribía el otro día [Informe de daños (Bahrein)], tenemos por delante algunas carreras cruciales. Se está montando el tinglado propiamente dicho y por desgracia se ha perdido un tiempo crucial. Libres de las bridas de los tokens del año pasado y anterior, en Honda están alumbrando una critaura totalmente nueva y deberíamos saber qué significa este concepto.

En Sochi preveo que se tratará de ver la bandera a cuadros con los dos coches y para Montmeló, siempre y cuando las cosas sigan yendo bien para entonces, sería posible que viésemos alguna bonita hazaña, como por ejemplo comenzar a entrar regularmente en Q3 durante la clasificación o terminar en los puntos, nada del otro jueves, para qué vamos a engañarnos, pero relevante porque se habrá conseguido con las unidades de potencia iniciales, los bocetos, las que se están usando durante el calendario, obviamente ajustadas a la nueva ventana de rendimiento.

Mónaco debería estar en sintonía con lo expuesto, pero las UP llevarán encima un montón de kilómetros y tampoco se deberían pedir peras al olmo porque puede ser el momento adecuado para renovar el armario y acumular sanciones...

Y en Canadá, borrón y cuenta nueva, que decía aquél... y nuevas críticas y nuevos elogios, pero siempre con la vista puesta en que los «Saltos de Fe» son cosa de Ezio Auditore de Firenze y su tropa y en que tras cualquier cosa que parezca milagrosa en Fórmula 1 acostumbra a haber toneladas de trabajo y esfuerzo.

Os leo.