Finis Terrae

Vaya por delante que la carrera en Buddh me ha entretenido, como veréis dentro unas horas o quién sabe cuándo, pero como la tarde ya oscurece porque vivimos una hora que no es la hora de ayer a estas mismas horas, sino una más tardía, me ha dado por entretenerme metiendo el dedo en el ojo a todos aquellos que siguen pensando que es pecado insinuar siquiera que Vettel es bueno pero no tanto, ya me entienden ustedes.

Llevo acatarrado unos días, y mientras me reponía del todo he aprovechado este puente (aquí arriba el jueves fue festivo) para ir limpiando mi agenda de citas pendientes, razón por la cual se me ha podido ver más por mi cuenta de Twitter, y he podido, también, disfrutar del G.P. de India más en plan aficionado que otras veces. De manera que esta mañana, con absoluta parsimonia dominguera, me he dispuesto a disfrutar de la carrera desde el previo, y cuál no ha sido mi sorpresa cuando he escuchado a Marc Gené afirmar en él, y más o menos (lo siento, voy de memoria), que los Pirelli para la carrera eran la misma gama que el año pasado, disponían de las mismas especificaciones, pero así y todo resultaban más duraderas…

Lo cierto es que el sobresalto tampoco es que me haya pillado tan de sorpresa como decía antes (dejémoslo en que utilizaba un recurso literario), porque la semana pasada escribía al respecto del más que posible endurecimiento que han sufrido las gomas desde Hungría, porque ser la misma gama, tener las mismas especificaciones, pero resultar más duraderas, en cristiano significa que no son las mismas, ni por el forro, sino que son más duras, vamos que se ha trasteado con ellas sin avisarlo siquiera, en un mundo que va por el ídem de máximo exponente de la competición automovilística y donde lo normal sería que todo fuera escrupulosamente fetén y cada dato fuese a misa.

En la misma entrada del 17 de octubre, se puede leer en el último párrafo, muchos días antes de que se supiera qué estrategias iba a utilizar cada equipo, cómo blandía contra el cielo mi báculo de mago para afirmar que Vettel iba a ir a una parada…

No os aburro. No soy el más listo del barrio ni pretendo serlo, pero me fastidia sobremanera que me tomen por tonto y con esto de Vettel siento que que me están tomando el pelo, y lo peor de todo, que el tema me está jorobando uno de los entretenimientos que más valoro: discutir, ya que no hay forma de hacerlo cuando quien te tilda de conspiranoico se siente cómodo negando las evidencias, y ésta del endurecimiento de las Pirelli es una de ellas, y estaba tan a la vista que incluso un mindundis como yo ha sabido hacer las cuentas correctas y predecir el futuro.

Pirelli lleva meses echando una manita a Red Bull, o lo que es lo mismo, la FIA, institución que sujeta la correa de la milanesa, decidió en verano echar un capote a la empresa que podía salvar el WRC. Como dije hace unos días y ayer mismo, dudo que calibraran el tamaño del monstruo que estaban alumbrando, pero ya sabemos de qué palo va la cosa esa que gobierna Todt cuando trata de favorecer el espectáculo.

Queda por ver cuánto es de estanca la tapa que cierra el DDRS milagroso que ha funcionado en Red Bull como no había hecho en ningún otro equipo, y en un tiempo récord, para más bemoles. De momento todo lo que está sucediendo es legal y brilla inmaculado como una patena después del paso del paño de algodón, pero el tufillo que destila es acre. McLaren, Ferrari y Lotus no han podido perder el norte de la noche a la mañana, y por tanto, me temo que Newey no es el Mago de Finis Terrae aunque así nos lo quieran vender.

Os leo.

[Publicado en Diariomotor]