La mère de l'agneau

La fotografía no corresponde al G.P. de Japón. Hoy no es sábado y por supuesto, mañana será martes o miércoles, o lo que quieran ustedes.

El caso es que me estoy poniendo un poco al día, haciendo los deberes, que diriá aquél, y me encuentro con que el proveedor único de neumáticos para F1, a la sazón Pirelli, acaba de admitir como quien dice hace ya mismo, que los equipos que se quejaban de los compuestos italianos, llevaban razón.

La cosa no deja de tener su rollete, porque Pirelli, si mal no recuerdo, amenazaba antes de agosto con irse con todos sus bártulos a otra parte si la FIA osaba permitir que otra marca de gomas interviniera en el asunto. Iba a ser una guerra, como la de las galaxias, pero en negro, advirtieron los italianos. No resultaría interesante para nadie, dijeron. Se iba a originar una escalada de costes en la que ni el Tato querría estar inmerso, insinuaron. El espectáculo peligraba, afirmaron...

Bueno, en su momento puse a Pirelli del revés pero se ve que no me leen, porque con sus santos cojonazos (discúlpenme, se lo ruego), a cinco carreras de que termine todo, admiten poco menos que el campeonato de este año ha sido algo así como una tómbola. Pero lo arreglan, coño, cómo no iban a arreglarlo si son el discreto proveedor único que hace de tenor y lo que se tercie en la obra ésta. Además, si hubiera otro proveedor... Vayan al párrafo anterior y lean, por favor se lo ruego.

Vamos, que Pirelli ha pasado por el confesionario y ha hecho propósito de enmienda para el año que viene, justo cuando quien más y quien menos en los departamentos de diseño de las escuderías, ha utilizado el método empírico para que 2013 no pille con los calzones bajados a su vehículo.

Esto es arte y lo otro, chorradas. Pirelli torea y los demás trabajan, como diría Belmonte. La milanesa es la troika de los cogieron que nos está arruinando a todos porque no hay dónde agarrarse, y mientras inventa saludables aires con los que sacudirnos la cara el año que viene y desquiciar de paso a todo pichichi, impone su criterio porque no hay una Michelin con la que comparar, o una Bridgestone en el horizonte, o una Avon cerca, por decir algo...

O sea, para que nos entendamos, que por evitar una guerra que se iba a llevar todo por delante, Pirelli admite que ha hecho el indio en el seno de lo que se supone la máxima expresión del automovilismo deportivo, la F1, sin ruborizarse siquiera, si acaso aceptando que podía haber sido incluso peor.

Imaginen por un momento que Pirelli hiciera puentes de esos que transitan coches y gente, y que tras llevar a cabo 15, con 5 en fase de construcción, dijera que ha tomado medidas para que el año que viene no se caigan.

Pues eso mismo pienso yo.