Dicen que todo vale en el amor y la guerra, incluso halagar al compañero con la intención de apuñalarlo luego en pista, y no estoy hablando sólo de Charles, pues Carlos está ya en esta misma dinámica o dejará de contar más pronto que tarde.
Me parece de perlas que alabemos conceptos como compañerismo y humildad, el equipo ante todo y tal, pero tampoco caigamos en la retórica buenista y aceptemos que, más allá de las formas y el respeto mutuo, Leclerc y Sáinz son enemigos enfrentados por un mismo objetivo: vencer al otro, sumar más puntos, y, en definitiva, ser más rápido y consistente sobre el asfalto.
A Vasseur le debemos exigir que gestione adecuadamente la situación, y, a pesar de que ya lo conocemos, también que juegue limpio con sus dos conductores, fundamentalmente porque la lucha que están librando ambos va a definir qué hace Ferrari esta temporada, pero aterricemos, esto no va del uno contra el dos ni de quién ocupa esas posiciones, es un Leclerc vs. Sáinz en toda regla y como tal deberíamos considerarlo.
Más allá de esto queda muy poquito que añadir porque con cuatro pruebas disputadas y la quinta en marcha, sigue siendo demasiado pronto para sacar algún tipo de conclusión y menos para levantar pronósticos.
En cierto modo hemos vuelto a 2022, cuando el monegasco y el español formaban la pareja más completa y prometedora de la parrilla, y me gusta que sea así, para qué voy a engañaros. Y sí, resulta ideal que exista buen rollo aunque en apariencia la pelota esté en el tejado del titular del dorsal número 16 y su «obligación moral» de reivindicarse en Shanghai, ya que, lo cierto es que aventaja al madrileño en la general de Pilotos y nuestro compatriota también tiene urgencias que responder.
Que se quieran mucho ante cámaras y focos, que se echen flores, que se coman la boca, pero sobre el trazado sólo pido que vayan a degüello, eso sí, sin lastimarse, y dejen que los apasionaditos y equidistantes sean quienes nos hablen de buenas y malas maneras, poniéndonos hundidos de rancia moralina y agua bendita, sea dicho de paso.
Os leo.
2 comentarios:
Charles ya ha ganado a Sainz. Se lo ha calzado dentro y fuera de la pista. Con los números en la mano le gana en todas las estadísticas a pesar de tener peor fortuna mecánica. Charles no lo considera un enemigo sino un estorbo, cuando en 2022 necesitaba un compi para luchar contra RB, Sainz, ayudado por el amigo Rueda corrió para sí mismo y se dedicó a llorar en la prensa tanto ese año como el pasado. Por eso está en la calle. Por eso y porque uno fue subcampeón y el otro 5o. Si en vez de Sainz se llamara Ocon... el caso es que se llevan bien, pero uno se queda ganando una fortuna y el otro va mendigando equipo. En cuanto el monegasco caliente gomas a una vuelta, volverá a ser Subcampeón.
Ay, David, o Prostvuelve... Que Dios te conserve la vista y tus augurios sean como los que hiciste con Vettel
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