Fantasías animadas

La paciencia no es una de nuestras virtudes y el sentido común tampoco es de los que utilizamos a menudo, luego está la rentabilidad que aplicamos a todos los fenómenos que nos rodean, incluso a la amistad y el amor. Todo debe tener un por qué y un para qué, y así nos luce el pelo...

Que se esté criticando a Oscar Piastri por su bajo rendimiento en McLaren (¿?) tiene mucho que ver con todo lo que acabo de exponer en el primer párrafo. 

El chaval no nos debe nada a cambio de la confianza que depositamos en él por escuchar a cuatro imbéciles que decían saber que llegaba a la F1 para comerse el mundo, empezando por Fernando, of course! El australiano necesita crecer como piloto de la máxima categoría y precisa tiempo y toneladas de paciencia por nuestra parte, máxime con un hierro como el MCL60 y un compañero como Norris, y es obvio que no hay que tener dos dedos de frente para entender que con tres carreras a cuestas, cualquier crítica sólo sirve para limpiarse con ella salva sea la parte.

El pupilo de Mark Webber corre el riesgo de convertirse en un consumible, de los tantos que hemos tenido, gracias a la intervención de los especuladores y los apresurados cantaores de saetas vendehumos que habitan nuestro pequeño mundo [Oscar, pongamos por caso]; y yo que vosotros no lo haría, que decía el lugareño al forastero mientras éste apoyaba su mano en las cachas del seistiros. 

El chiquillo no merece este trato cicatero y a nosotros se nos arroga la madurez suficiente como para mostrarnos generosos, siquiera hasta poder comprobar cómo evoluciona el McLaren y ver cómo se adapta el novato al entorno, a la máquina, y a un Lando que continúa mejorando como los buenos caldos, a pesar de los pesares, cabe decir, que vaya comienzo de temporada se está marcando la de Woking.

Os leo.