miércoles, 6 de diciembre de 2017

Informe de avances [Abu Dhabi]


Esta entrada va a ser breve por razones obvias, aunque con vuestro permiso voy a permitirme alargarla en los párrafos iniciales porque quiero daros las gracias de una manera muy especial.

Sí, en estos tiempos que corren, donde lo sencillo es seguir la corriente de lo que nos dicen, insinúan o categorizan los que aparentemente saben de lo que hablan, ha supuesto un grandioso lujo haberos sentido tan cerquita desde el instante en que decidí explicar lo que no aclaraba nadie. Desde Australia llevamos con esta historia, que se dice pronto, aunque a estas alturas de la película no os voy a pedir que tiréis de hemeroteca para localizar a las muchas fierecillas disfrazadas de oveja que no creían entonces y se lamentan ahora de haber tenido razón, ¡jodidos cobardes!

A Honda comenzaron a cazarla desde el momento mismo en que hizo acto de presencia en una Fórmula 1 que no admite invitados a pesar de que proclama a los cuatro vientos que está abierta a todo. Tokens, zancadillas, putadas de todo tipo y condición barnizadas con una sombría xenofobia de la que tarde o temprano acabaré hablando, a cuya cabeza ha estado un prensa especialista que no ha reparado en gastos hasta tumbar a la nipona. Y nosotros lobos, por nuestra cuenta y riesgo, intentando una y otra vez delimitar un territorio en el cuál, el enemigo insistía una y otra vez en borrar las lindes...

Veinte entregas con ésta hablando de Fórmula 1 pura, apostando por lo complicado, acertando la mayoría de veces, poniendo a prueba vuestra santa paciencia, pero al final había premio aunque no sirva de nada: Honda ha conseguido la fiabilidad añorada pero por desgracia nos hemos quedado sin saber qué habría dado de sí la esperada Spec 4.

En Yas Marina seguíamos con la 3.8 —evolución pequeña de la unidad de potencia estrenada en verano—, y la clasificación razonablemente buena para lo que ha venido siendo la entente anglo-japonesa, y una carrera en la que los dos coches terminaban, incluso con Fernando en los puntos y preguntando por radio si podía hacer algo para que también entrara Stoffel en el top ten.

Desgraciadamente aquí nos hemos quedado, con un déficit palmario de potencia en recta.

¿Razones? La misma falta de tiempo que ha sufrido Red Bull, por ejemplo, pero multiplicada por tres porque Woking y Sakura no disponían de tres equipos trabajando en comandita sino de dos miserables coches cojos y mancos, desde cuyo interior, sus pilotos se han multiplicado para poner su granito de arena en el milagro.

Y es que ha habido milagro. Así que el año que viene, cuando empiecen a daros por el saco con historias procaces o maquinaciones de todo pelo y condición, decidles a los gurúes de mi parte que dejen de leer Autorsport y Motorsport y empiecen a pensar por sí mismos, si pueden, porque bastaba mirar lo que estaba ocurriendo en McLaren-Honda para entender que no hacía puta falta suicidarnos en marzo. El Gran Premio de Abu Dhabi ha sido la prueba del algodón, no sé si nos entendemos.

Os leo.

2 comentarios:

Keskus dijo...

Ha sido un placer disfrutar de estas entregas, la pequeña alegría post GP que nos ponía los pies en la tierra y a la vez nos daba esperanzas (justas y bien medidas).
Espero que el año que viene empecemos directamente con avances o incluso algo más.
Un saludo maestro

pocascanas dijo...

Recién me estoy poniendo al día con estas entradas y to tengo más que agradecerte por tanta claridad conceptual y sencillez para expresar tus ideas y tu postura.
Y sí, las más de las veces con gran tino.

Un abrazo desde el Coño Sur.