lunes, 30 de septiembre de 2024

El 375 Plus by Ferrari


En aquellos lejanos tiempos en que prestaciones y belleza iban de la mano sin necesidad de tanta arista como en la actualidad, existía espacio para que varios genios se implicaran en la creación de bestezuelas que todavía hoy hacen volver la cabeza a su paso.

Corría el otoño de 1953 y Maranello ya tenía en su mano la primera edición del FIA World Sportscar Championship aunque aún faltaba por celebrar la Carrera Panamericana, última prueba del calendario que se disputó a finales de aquel noviembre. La italiana había obtenido el título con los flamantes 340 MM (Mille Miglia) y el moderno 375 MM, aunque aún supuraba la derrota en Le Mans ante los Jaguar C-Type y sus novedosos frenos de disco.

Enzo Ferrari tomó entonces la decisión de asaltar la corona de 1954 y su prueba reina con un nuevo concepto a partir del 375 MM Spider, la carrocería más ligera del modelo, que contaría con un motor más potente porque no estaba dispuesto a renunciar a los frenos de tambor, todavía.

A tal fin solicitó al ingeniero Aurelio Lampredi que forzara su diseño de V12 de aspiración natural, sin turbo, vaya, y lo llevara de los 4.5 hasta los 5.0 litros, mientras encargaba a la fábrica de su amigo Battista Farina, Pinin, que retocara el aspecto exterior para albergar el nuevo propulsor longitudinal y el generoso tanque de combustible que resultaba imprescindible ahora. Estaba a punto de nacer el Ferrari 375 Plus, el protagonista de nuestra entrada.

Lampredi cumplió su cometido llevando el Lampredi V12 a 60º hasta los 4.950 cc, con tres carburadores Weber 46 DCF, aportando en total alrededor de 330 caballos de potencia a 6.000 revoluciones por minuto, y todo ello sin sacrificar la fiabilidad ni el comportamiento del chasis. Por otro lado, Pininfarina mantuvo el aire de familia y creó uno de los diseños más característicos de aquellos años, pues el 375 Plus se distinguía de lejos por la joroba que ocultaba el depósito sobre el eje y la transmisión traseros, como se puede apreciar más abajo, y por las aberturas laterales que facilitaban la ventilación del motor.


El trastillo de hoy se corresponde al vehículo ganador de las 24 Horas de Le Mans de 1954, con José Froilán González (Gonzales en el estampado de la peana) y Maurice Trintignant al volante. Fabricado por IXO, formó parte de la segunda serie dedicada por Altaya a la cita gala, que vio la luz en quioscos hace ya algunos años.

El caso es que el Ferrari 375 Plus debutó en la Mille Miglia de 1954 pero algo alejado de las expectativas levantadas, circunstancia que se replicó en otras pruebas donde la potencia no resultaba tan determinante. No obstante, las victorias de la italiana en los 1000 Km de Buenos Aires (con un 375 MM), en Le Mans (375 Plus), como ya hemos citado; así como en el RAC Tourist Trophy (con un modernísimo 750 Monza), y en la Carrera Panamericana (375 Plus), permitieron a la de Maranello conseguir su segundo triunfo en el Mundial de Sportcars.


Al respecto de la Carrera Panamericana de 1954, decir que las unidades de 375 Plus presentes habían sido vendidas previamente a los norteamericanos John Edgard y Erwin Goldschmidt. En el caso de la de Edgard, la participación terminó de manera dramática, tras el desafortunado accidente de Jack McAfee en el que su copiloto Ford Robinson perdió la vida. En tanto a la de Goldschmidt, fue la que se coronó con la victoria con Umberto Maglioli al volante.

Os leo.

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