lunes, 13 de mayo de 2024

¿Y 2007?


David me acercó al Principio de asimetría de la estupidez (Ley de Brandolini), que consiste en que siempre hay que gastar muchísima más energía en refutar una gilipollez que aquella que necesita el bobo de turno para esgrimirla...

Dicho así dan ganas de salir por patas de redes sociales, Twitter, fundamentalmente, pero gracias a mi amigo y los que son como él, que por fortuna también abundan allí, supone un lujazo elegir quedarse pudiendo dar un portazo. Buenas personas todas ellas, abiertas a compartir, a enseñar y aprender, a debatir sanamente cuando toca porque de la confrontación de ideas siempre sale algo bueno, salvo si tu interlocutor es idiota, claro.

Bueno, acabo de dejar en impasse la Revolución iraní y me estoy quitando el polvo y el olor a pólvora de encima —luego me decís que por qué me defiendo en casi cualquier ámbito como un gato panza arriba, que a lo peor consiste en que mientras otros sólo leen la Autosport y el AS, yo leo la primera también, pero luego me dejo mecer por la poesía de Leonard Cohen o me empanzo con la literatura de Barnes o García Márquez, pues en esta vida no todo va a ser sacar a pasear a Eileentxu, hacer el almuerzo y cambiar pañales, tomar la temperatura, controlar las constantes y dar de comer a la boca a mi anciana Ojos grises.

Me noto suelto. No os lo vais a creer, pero me costó Dios y ayuda encontrar el punto exacto en que las teclas del principal dejaron de jugarme malas pasadas —uso dos ordenadores y dos teclados, obviamente, pero, de estos últimos, el de escribir tardó lo suyo en encontrar acomodo para mis dedos, más o menos como les pasó al naranjo y el limonero del patio antes de comenzar a regalarnos flores y frutos—. Me noto suelto, decía. Son horas escribiendo y aunque tengo los ojos en la nuca de algo tenía que servir el esfuerzo, ¿no?

Pero a lo que vamos. Con esto de que el Nano acusaba en Miami a la FIA de mirar con malos ojos a los pilotos españoles —si además de la Autosport leyerais a Cohen, por ejemplo, habríais percibido inmediatamente que se refería a los pilotos hispanos—, ha salido todo quisque a negar la mayor, como suele ser costumbre, pero cuatro o cinco imbéciles, además, han querido demostrar que la Federación se había mostrado indulgente con el asturiano aludiendo a los dos peores montajes periodísticos que ha vivido la Fórmula 1 en tiempos recientes.

Los juicios paralelos, o mediáticos, como se llama ahora a esta mierda, son pura basura, y mirad si no el infierno al que se ven sometidos los acusados de crímenes y culpas que jamás cometieron.

Existen evidencias, declaraciones juradas, sentencias en firme, documentos que avalan que a Alonso jamás se le imputó ni en el Spygate de 2007 ni en el Singapurgate de 2008. Queda la prensa, sus recortes y enlaces, y su empeño nocivo en que lo negro quede para la posteridad como blanco, gracias a que personajes como Diego Zorrero, por citar sólo uno de ellos, prefieren servir al ruido antes que a la verdad.

Quedan, también, los que admiten en público que existe un lobby británico en la F1 que se ha puesto reventón porque ha perdido poder con la llegada de Ben Sulayem, y si lo ha perdido sospecho que antes lo tenía, y si lo tenía me gustaría que los valientes de ahora empezasen por aclarar, desde su perspectiva, evidentemente, qué influencia pudo tener el citado grupo de presión en el encumbramiento de Lewis a partir de 2007 y en la caída en desgracia de Fernando desde esa fecha.

Estoy hasta las mismísimas avellanitas de que esta gentuza cobarde no mire nunca la realidad a la cara y se escude en el intrusismo o cualquier otra chorrada, para excusar su nula competencia a pesar de los muchos años que llevan en esto (sic). Se harían un favor y nos lo harían, pero entiendo que vivir de la F1 pasa también por tragar sapos, algunos de gigantesco tamaño.

Os leo.

1 comentario:

Elín Fernández dijo...

Hola, Josetxu
A Zorrero lo bloqué hace años. Se me salió un colmillo "Draculeano" al leer sobre ese pésimo argentino (¿será seguidor de Milei?) :,,))
Elíntxu.