Seguramente os sonará que, a comienzos de año, incluso en pretemporada, Ferrari ni siquiera era candidata a formar parte de las principales escuderías en 2021. La sombra de la temporada pasada era alargada y tal. Maranello sin Vettel, pues eso: peor si cabe...
Y bien, llevamos dos pruebas a las espaldas y, para algunos, lo que hace algo más de un mes era poco menos que un imposible se ha tornado en un nivel de exigencia con la italiana que para nada se corresponde con la realidad, porque como hemos comentado otras veces, el terreno perdido en Fórmula 1 no se recupera así como así, menos durante una campaña como ésta, que sirve de entremés al cambio de normativa de 2022.
Va a costar volver a la cabeza y da igual cuando leáis esto. En marzo situé a La Scuderia luchando con Red Bull por la segunda plaza [Lo que importa (Ferrari)]. Quizás me pudo mi optimismo natural o el ferrarismo que llevo en las venas, pero hay que estar muy jarto para pensar que «su deber» es enfrentarse a los W12 de Brackley, sencillamente porque me temo que ese no es el objetivo.
Distorsionado este enfoque el resto cae a peso sobre los pilotos, concretamente en Carlos Sáinz, uno de los conductores que no tuvo la oportunidad de catar su nuevo equipo verbigracia de la miopía de la FIA ante los test en Abu Dhabi. Así las cosas, el madrileño, junto a Daniel Ricciardo, Sergio Pérez y Sebastian Vettel, ha partido con cierta desventaja que estamos respetando en Nürbu y no entiendo cómo no se contempla en otros lares a la hora de hacer valoraciones y encontrar claves, salvo que su interés sea mostrar una cierta equidistancia impostada que favorezca los clics.
Mal que queramos el cuadro no es idílico pero, como decía al inicio, dos carreras tampoco parecen espacio suficiente como para valorarle tal y como se está haciendo en determinados sitios. La Ferrari que conduce es heredera de la que dejó Vettel —a buen entendedor sobran las palabras—, él se está adaptando y ya lleva sumados 14 puntos, 13 más que el tetracampón en las dos primeras citas de 2020... no sé vosotros, pero me parece un buen saldo para un arranque bastante complicado.
Os leo.
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