Nessun dorma!

Llevo dos noches durmiendo razonablemente bien y lo noto cada mañana, cuando mis neuronas desfilan como las tropas rusas en la Plaza Roja cada 17 de octubre...

Parece —juro que no recuerdo haber escrito tantas veces «parece» como en las últimas semanas— que está hecho el acuerdo de McLaren con un nuevo motorista para el año que viene y que Fernando se queda en Woking, aunque me mosquea bastante que lo hayamos conocido a través del órgano de propaganda de Zak Brown en vez de por los comunicados oficiales de los implicados.

Motor Sport y cabeceras afines no han quedado muy lindas que digamos.

Es cierto que se han llevado el gato al agua a cambio de no respetar los tempos, un pecado venial en todo caso, pero a partir de ahora van a ser dudosos lugares de referencia, ya que si Brown los ha utilizado para manejar la situación McLaren-Honda 2017 —la acusación no es mía, desgraciadamente es vox populi desde hace meses—, justo es reconocer que podrá usarlos de nuevo, en el futuro, que ha podido emplearlos con anterioridad, incluso para negar las putadas que estaban haciendo a Honda o ya que estamos, para derribar a Ron Dennis. Y lo más inquietante de todo: el californiano puede estar utilizándolos ahora mismo, esta tarde. ¿Quién se atreve a decir que no?

Sea como fuere, la filtración suena demasiado a cómo se llevó a un callejón sin salida a Michael Schumacher durante el Gran Premio de Italia 2006, para que resultase imposible negar ante la prensa que colgaba los guantes y el casco al final de aquella temporada. También suena a Luca Cordero di Montezemolo impelido a pronunciar desde la portezuela del motorhome de Ferrari lo que ya sabían que iba a decir los periodistas que le estaban esperando... Muy italiano todo, afirmaban entonces.

En fin, he comentado en más de una ocasión que echaba en falta que Ron Dennis se pronunciase públicamente sobre lo que ha estado sucediendo en McLaren desde que le obligaron a abandonar Woking, y empiezo entender que no ha convenido de la misma manera que no ha sido adecuado invitar al septuagésimo cumpleaños de La Scuderia al tipo que levantó Ferrari tras la muerte de Il Commendatore. Obviamente podían poner en evidencia el discurso oficial, y ahí como que no.

Me preocupa el escenario abierto desde las páginas de la biblia británica. Me intriga cómo algo tan sencillo de entender tarda tanto tiempo en concretarse y por qué sólo disponemos de la información que vierte una parte. Qué hay de complicado en todo esto que no podemos entender los aficionados, por qué se nos sigue hurtando una parte esencial de la información y, fundamentalmente, por qué los medios se empeñan en tratarnos como a críos de parvulario aventando noticias que carecen de la necesaria formalidad.

Dormiré tranquilo también esta noche, pero con vuestro permiso esperaré a que Honda, McLaren y Alonso, nos digan cuál será su futuro en 2018. Luego, ya si eso, hablamos de lo que haga falta.

Os leo.