miércoles, 25 de marzo de 2015

Cantos de sirena


Mientras desentraño el oscuro sentido que tiene el concepto «piloto de desarrollo» para Lotus, siento que es hora de tomarle el pulso a la actualidad porque se nos está echando encima el Gran Premio de Malasia y a mí, me va haciendo falta un buen corte de pelo.

Ha llegado la primavera casi sin llamar a la puerta. Los miedos de pretemporada y los agobios de enero y el mono de diciembre, han pasado de puntillas. Fue visitar Albert Park hace dos semanas y descubrir, que todo sigue tal cual lo dejamos, lo que en sentido estricto no debería habernos pillado jamás por sorpresa ya que el reglamento y las gilipolleces que nos cobijan a todos, sigue siendo los mismos.

Así que a la espera de que en el Gran Premio de China se haga efectivo aquello que dijimos el otro día, a cuenta de los sensores que controlarán que el combustible no mienta en su trayecto entre el depósito y los inyectores, Sepang se propone como un nuevo episodio donde se acabará durmiendo incluso Rubinho. Por suerte, la Fórmula 1 dispone de una arraigada tradición repleta de recursos con los cuales, se entretiene al personal aunque no suceda nada en pista, que también sucede, para qué nos vamos a engañar.

En líneas generales, se podría decir que nuestro amado deporte no sería lo que es sin estas cositas que salpimentan las etapas de tedio. Si hace décadas la prensa se alimentaba de los gorrazos entre Shadow y Arrows, hoy hace lo mismo enfocando a Milton Keynes, donde se celebra la madre de todas las batallas entre el mago de Red Bull y Cyril Abiteboul, a la sazón, el púgil que defiende el calzón de la motorista Renault.

La cosa casi ha llegado a las manos, sí. Todo comenzó cuando Adrian afirmó que necesitaba más tiempo a finales de 2013 y continuó cuando la de las bebidas energéticas sugirió que el peso mínimo estipulado en la normativa para 2014, era pelín rácano... Posteriormente fue la del rombo la que la cagó estrepitosamente, llegando mal y tarde a Jerez, circunstancia que aprovechó la austriaca para endosarle el muerto a la francesa mientras Newey pasaba a retaguardia y tal porque el RB10, le había salido una castaña.

Las cosas parecían haberse arreglado a mediados de temporada. Caterham agonizaba y Lotus firmaba por Mercedes-Benz, y la de Horner se congratulaba de ser la cliente preferencial de Viry-Chatillon para 2015, cosa que decían, iba a favorecer a ambas partes...

Pero se ve que no, que cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana.

Renault y Red Bull andan a hostias y esto es un hecho de los muchos que andan por ahí sueltos. Pero quizás el más significativos de todos sea que la gala cada vez parece más dispuesta a quedarse con Toro Rosso.

Tal vez los conjuros de Adrian sean demasiado elaborados. Posiblemente demasiado pretenciosos. Faenza parece el lugar más seguro de todos para dar un paso atrás con la intención de comenzar a ganar terreno. Pisando suelo firme, eso sí, y también dejando de lado algunos cantos de sirena que quizás no lleven a ninguna parte.

Os leo.

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