Simulacros de carrera

Entre mis numerosas oraciones para este próximo fin de semana está la de que no llueva en Sepang.

No es que no me entretengan las carreras bajo agua o sobre piso mojado. Sabéis de sobra que las prefiero a las desarrolladas sobre asfalto seco, así que este ruego tiene poco que ver con mis preferencias peronales y mucho, con que concluya lo antes posible esta pretemporada que se nos ha metido en plena sesión sin invitación.

Cada momento tiene sus cosas y no me parece razonable que andemos a estas alturas del prólogo sondeando todavía las posibilidades del material y su capacidad real. Eso debería pertenecer al pasado y el ahora tendría que tener otros protagonistas diferentes a programas que aún no han sido completados, a cachivaches que tienen que ser sustituidos a toda prisa porque no han arrojado el rendimiento previsto, o a mil y una circunstancias más, que nos alejan de la auténtica pelea sobre el asfalto mientras nos someten a un nuevo episodio de narcolepsia en el que solo alcanzamos a distinguir un puñado de sombras difusas más allá de la punta de nuestra nariz.

Entre que Lotus llegaba tarde a los entrenamientos de pretemporada y Renault comenzaba con mal pie, tenemos cuatro escuderías que de momento están en el alero y bastante tienen con sobrevivir carrera a carerra. Ferrari tampoco parece que ande para echar cohetes. El equipo oficial dejó sensaciones contradictorias en Melbourne y los clientes de la de Maranello, no consiguieron meterse en los puntos.

Total, que de las diez primeras posiciones en Australia, seis tenían apellido Mercedes-Benz…

Me diréis que estaba previsto y tenéis más razón que un santo. Los propulsores de Stuttgart ya venían avisando en pretemporada y sus aldabonazos han sido bastante sonoros en Albert Park, pero aquí viene donde la matan. Mercedes AMG rompía en uno de sus coches (Lewis Hamilton) y aunque a la postre ganaba la prueba de nuestras antípodas, su plana mayor no está por la labor de echar las campanas al vuelo y habla de tiempo.

La que sí va de chubarrona total es McLaren. El subidón que supuso que al caerse Daniel Ricciardo del podio, Kevin y Jenson completaran un fin de semana redondo, le permitía a Dennis el otro día, amenazar para Malasia con medio segundo que se sacarán de la chistera en Sepang. También estaba contento Valtteri Bottas, pero toda esta gente ya estaba contenta y con ganas en Jerez y Sakhir, con lo que volvemos a lo que decía al comienzo: la pretemporada se está prolongando demasiado, tanto que a pesar del segundo puesto de Ricciardo antes de ser descalificado, o del aparente buen rendimiento de los Toro Rosso de Vergne y Kvyat hace diez días, el escenario está tan embarullado que es complicadísimo colocar las piezas adecuadamente.

¿Daniel llegó tan alto porque los McLaren no usaron su medio segundo mágico? ¿El Mercedes de Nico corrió todo lo que daba de sí o guarda todavía un as en la manga? ¿Los Ferrari podían ir mejor o sencillamente no había tu tía? ¿Red Bull parece que ha mejorado porque los demás se han estancado momentáneamente? ¿Y los Williams, los Sahara Force India, los Sauber y el resto…?

Estas son interrogantes que pertenecen a otro plano, al de pretemporada, como comentaba antes, porque la sensación general que ofreció Melbourne fue la que nos podría haber dado un entrenamiento más, una simulación de carrera, que decimos.

Y aquí quería llegar yo, porque como en Sepang llueva, los equipos podrán pobrar sus novedades pero de forma muy limitada y los aficionados, empezaremos a palparnos la ropa porque como esto siga así, hasta el próximo Gran Premio de España nos tocará tragar con tres simulacros de carrera más.

Os leo.

[Publicado en Diariomotor]