Watchmen

Disfrutad de la película a pesar de su largo metraje y densidad, pero si podéis disfrutad del tebeo porque es una pequeña obra maestra. Ahora bien, huid de los babosos elogios con que la prensa y los medios han recibido su paso a la gran pantalla, porque son idiotas e inexactos, ya que Watchmen no supone la primera novela gráfica del siglo XX (¡ya quisiera!), sino el momento en que la industria americana descubre que es capaz de hacer lo que ya llevaban haciendo autores europeos, latinoamericanos y japonenes.

¿Y por qué hoy? Porque cualquier día es bueno. Porque Carlos Barazal lleva tiempo dejando en el aire la pregunta de quién engañó a Honda, sin haber encontrado respuesta. Y porque la FIA ha admitido que el paquete de reglas que habían parido las tres mayores eminencias en aeronáutica, cuyo concurso había sido solicitado para que todos estuviéramos tranquilos, tiene lagunas, y graves, en cuanto a neumáticos se refiere.

Obviando que el 8 de enero pasado, aquí mismo, un artistilla y sus secuaces dábamos en el clavo haciendo uso del sentido común, y que aún quedan por aclarar cómo va a responder el KERS ante un impacto o cualquier otra circunstancia aleatoria, habida cuenta de que hay pilotos que saltan de sus habitáculos por si las moscas, o si los quitanieves que llevan los coches delante no serán más un estorbo creador de problemas que una solución, es hora de señalar con el dedo (de nuevo) a quienes por el bien del deporte lo están arruinando.

La aventura del KERS ha sido cara y va a serlo aún más, y en cuanto se modifiquen las anchuras de las gomas en 2010, buena parte del trabajo realizado para esta temporada innovadora se irá a la papelera. ¿Querían reducir costos? Pues buena manera de hacerlo. ¿Querían aportar estabilidad? ¡Malnacidos!

Watchmen es una minuciosa reflexión sobre el mundo de los superhéroes, que acaba desembocando en una clara denuncia de la tendencia fascistoide y dictatorial que alberga cada uno de ellos. Mosley encajaría perfectamente en el planteamiento, aunque le haría falta un pijama de colores y un apelativo llamativo con que emboscar su naturaleza humana, elevándola a rango épico. ¿Qué tal Mister FIA? No, queda muy pobre. Max es un villano atormentado que quiere arreglar el mundo a su manera porque tiene razones de peso, existenciales, magníficas, para cargar sobre sus espaldas con una tarea propia del mismísimo Hércules… ¡Doctor Augurio! Sí, el nombre es sonoro y pegadizo, e incluso encaja con sus maneras de pasar el rato. ¿Y Ecclestone? Bernie también encaja, pero es un villano menor porque no le acompaña ni el físico ni sus aficiones, mucho más prosaicas, se mire por donde se mire. Mister FOM queda descartado, pero embutido en un traje ceñido de color amarillo, marcando paquete, con capa, guantes y botas negras, con cinturón y máscara verdes, quedaría de cine como El Azote, a veces secuaz y a veces amo de Doctor Augurio, aunque siempre a su lado.

Ambos destruirían todo a su paso como el legendario Atila, esgrimiendo el nombre de Honda como auténtico anatema… ¡Bastardos! ¿Por qué no han utilizado el de Minardi, Midland, Spyker, o Super Aguri. Por qué se empeñan en mear sobre el apellido del gran Soichiro si al final no ha pasado nada, no ha cambiado nada? ¡Hijos de puta!

Who watches the watchmen?… Nadie.