Si nos dejamos de ruido resulta sencillo entrever que Alpine está enfocada a 2026, seguramente más de lo que les gustaría a los que viven de estirar chicles y sofocar incendios que ellos mismos provocan.
Flavio Briatore se marcó un objetivo y todo lo que lleva sucediendo desde el año pasado está supeditado a lograrlo, comenzando, cómo no, por intentar sobrevivir como sea a un 2025 marcado por la ausencia de una unidad híbrida decente.
En realidad no es muy complicado de entender: con déficit de potencia no existe posibilidad de rentabilizar ningún esfuerzo en el apartado aerodinámico, de manera que las posibles evoluciones del chasis y fondo curvado serán escasísimas y se limitarán siempre a cubrir cambios de Reglamento (flexibilidad de alerones, por ejemplo) o a servir de parches, ya que, de invertir un miserable euro, a todas luces se antoja más adecuado meterlo en el A526 de la temporada que viene, que malgastarlo intentando resucitar un trasto que hace meses está amortizado y sólo admite tiritas.
Este escenario es de sobra conocido por la prensa, o debería serlo, aunque, en términos mediáticos y de captación de ilusos, resulte mucho más rentable para ella seguir tratando a Alpine como si fuese la escudería de 2022, abriendo de par en par la puerta para que las conspiraciones, los bulos y el runrún, interfieran con la realidad y la distorsionen.
Después de la etapa liderada por Davide Brivio, Otmar Szafnauer acabó con cualquier posibilidad de resurrección para la franco-británica a pesar de los esfuerzos de Matt Bishop y Wikipedia por lavar su imagen. Su sustituto, Bruno Famin, poco pudo hacer porque la situación ya era de claro derribo, y, finalmente, De Meo colocó al frente a Briatore, un tipo que tradicionalmente cae como el culo a los medios anglosajones pero se metió en faena amputando las partes gangrenadas con tal de evitar el colapso total.
Como habéis podido comprobar, me he dejado algunos nombres en la narración (Rossi, Prost, Taffin, etcétera), básicamente porque, como decía mi abuelo: entre todos la mataron y ella sola se murió, lo que no impide que el único análisis posible sobre la de Enstone en la actualidad, pase inevitablemente por aceptar que ahora mismo se encuentra en coma y tanto Gasly como Colapinto hacen lo que pueden en pista mientras el equipo despierta, y ello a pesar de que muchos especialistas y gentecilla de redes, consideren que podría estar disputando maratones.
Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario