Nos acercamos a Silverstone, Spielberg mediante, y algo muy británico empapa el ambiente con el afán, imagino, de que vayamos aclarando la voz para gritar ¡milagro! en la cita inglesa.
En todo caso, mirando la tabla de Pilotos, lo milagroso en estos instantes —y dentro de dos semanas, sigo imaginando—, sería comprender cómo diablos ha sido capaz Lando de desperdiciar su posición de privilegio en McLaren durante este primer tramo de la temporada, para encontrarse perdido en un agujero donde se ha metido solo, eso sí, a base de perseverar en cometer errores pertinaces y meritorios, y mostrar quizá demasiadas fragilidades para lo que viene siendo la figura arquetípica de un líder de equipo F1...
Sí, ya sé que nos están vendiendo la remontada, por eso escribo esta entrada, y también para que no olvidemos que el drama es un opioide sintético, primo hermano del fentanilo, y que, como no lo consumamos bajo prescripción médica y con sumo cuidado, a lo peor acabamos pareciendo zombies.
Hay que reconocer que los chicos de la british press son unos artistazos volteando el calcetín o vendiendo gato por liebre, que tanto da, pero el caso es que me he dado de bruces con este artículo cuya versión en español os paso a renglón seguido: [Norris admite que los errores decidirán la lucha por el título de F1 2025], y me gustaría que alguien me aclarara si nuestro protagonista se está poniendo la tirita antes de la herida o todavía no ha entendido que o deja de regalarle puntos a Oscar o lo lleva crudo.
Os leo.
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