Como país no tenemos arreglo a pesar de los numerosos expertos y apasionaditos que salen en cuanto levantamos una piedra. Hemos hecho cosas grandes en automovilismo deportivo (las seguimos haciendo), pero nos la cogemos con papel de fumar a poco que alguien, a poder ser de fuera, nos ponga una pega o nos modifique una coma, como si ser más limpios que una patena fuese más importante que escribir bellas e irrepetibles páginas en el motorsport.
La historia de Epsilon Euskadi en Resistencia ha quedado ensombrecida por una serie de circunstancias que ni son exclusivas de lo español ni ajenas a la dinámica que suele afectar a la mayoría de proyectos que tratan de aunar con éxito lo económico y deportivo, pero ha sido masacrada por el silencio cauteloso de quienes teniendo la obligación de hablar con orgullo de la iniciativa de Joan Villadelprat en Azkoitia y Gasteiz, han preferido tomar distancia quién sabe si por no pringarse.
Ninguno de los dos Epsilon Euskadi ee1 que participaron en las 24 Horas de Le Mans en su edición 2008 logró terminar la prueba —los ee2 de 2009 ni siquiera consiguieron plaza para la parrilla del sábado 13 de junio—, pero se midieron con los Peugeot 908 HDI FAP y los Audi R10 TDI, entre otros, ya que compitieron en el Mundial y en La Sarthe en la categoría grande, la LMP1.
Bajo la dirección de Villadelprat y con diseño de John Travis, el ee1 era un vehículo monocasco realizado en fibra de carbono, pulido aerodinámicamente en el túnel de viento de la empresa en el Parque Tecnológico de Álava, que iba propulsado por un motor Judd GV5.5 S2 de 5.5L con arquitectura en V10 a 72º, que arrojaba 650 caballos de potencia a 7.000 revoluciones. Fue conducido en 2008 por los españoles Ángel Burgueño, Miguel Ángel de Castro y Adrián Vallés en la unidad dorsal número 20, y, en la 21, por el japonés Shinji Nakano, el sueco Stefan Johansson —sí, el veterano Johansson— y por el francés Jean-Marc Gounon...
Muchas historias de nuestro deporte se han rubricado sin alcanzar a cubrir las expectativas depositadas en ellas, pero, sin duda, ninguna ha merecido tanto injusto silencio como el que ha empañado la de Epsilon Euskadi.
Os leo.
1 comentario:
Jean-Marc Gounon, que pilotó el mítico Ferrari F40 GTE (700cv), hay un video on board en Monza que, vamos...
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