Se antoja un eslogan salido de un libro de autoayuda pero, en realidad, nuestra forma de vida sí parece el problema en esto de contener el coronavirus.
Occidente, o mejor dicho: las exigencias derivadas de la globalización, precisan de un trasiego constante de productos, mercancías y gentes, que facilitan la propagación y los rebrotes. Así las cosas, casi todas las semanas van cayendo eventos a lo largo y ancho del orbe que me inclinan a continuar pensando que la cosa va para más largo de lo que imaginábamos en inicio.
Como de costumbre sólo hago de mensajero, pero acabamos de conocer que el Top Marques 2020 se cancela este año y pospone la apertura de sus puertas a junio de 2021. Es un salón VIP en el que se dan cita las marcas más exclusivas de coches, relojes y yates, en un marco tan alejado de nuestra percepción del daño que puede ocasionar el coronavirus como es Montecarlo. Sin duda El Principado no es un barrio en las afueras de una gran ciudad ni una población dormitorio, pero este tipo de concentraciones requiere que medio mundo viaje hasta allí y, como decía al inicio, éste es el verdadero problema, un escollo, por cierto, que también afecta a la Fórmula 1.
Y es que, a ver, no se trata de que las pruebas se celebren o no a puerta cerrada con el fin de que puedan ser retransmitidas, sino que los equipos, la FIA y el personal del FOM, tienen que trasladarse y no está el horno para este tipo de bollos.
Os leo.
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