La situación para Hamilton en estos momentos debe ser lo más parecida al Paraíso. Con Valtteri Bottas como segundo en Mercedes AMG y sin que nadie le haya podido toser estos años —excepción hecha de Nico Rosberg—, el retraso sine die de la aplicación de la normativa prevista para 2021 augura al británico una golosa extensión de su zona de confort, quién sabe si hasta 2023.
Bote pronto me salen 3 títulos más prácticamente asegurados, y no me miréis raro porque mientras llegan los refuerzos, lo último que nos faltaba era ampliar (en espacio) el dominio de Brackley.
Nuestro deporte está gravemente descompensado y aquí radica el quid de la cuestión: va a continuar descompensado una larga temporada. El Reglamento 2014 fue sustituido por el de 2017 y no cumplió las expectativas; éste se retocó en 2019 pero tampoco ha funcionado... Como fondo está la cuestión de siempre: pocos entrenamientos, nulo margen de maniobra para los equipos más pequeños, excesiva carestía de la actividad, racanería en las unidades de potencia, horas de túnel de viento y CFD, todo ello por aquello de la contención del gasto, y unos neumáticos que sólo dan para estrategias a una parada, etcétera, etcétera, etcétera.
El nuevo Pacto de la Concordia está sin firmar y el coronavirus ha puesto la Fórmula 1 contra las cuerdas, pero si hay que hacer apuestas, yo apuesto porque Lewis llega a los 9 títulos mundiales como no baje Saint George y arregle este desbarajuste.
Home, sweet home.. Os leo.
1 comentario:
Con un poco de suerte el bicho nos hace la pascua y estamos largo tiempo sin Fórmula 1.
Total poco o nada nos íbamos a perder q el tostón solemne q nos meten todos los años.
King Crimson
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