viernes, 4 de enero de 2019

Las uvas que no has de comer


La nueva vida que me he pedido como regalo de Reyes aún no ha llegado pero ya noto sus efectos. Recuerdo, por ejemplo, cuando se decía que la Fórmula 1 debía mirarse en el espejo del automovilismo americano y cómo fue éste el asunto de una de las preguntas que le hice a Carlos Castellá cuando le entrevisté a finales de 2011 [#VKt-02 (Carlos Castellá)].

Doy por seguro que Maese, de vivir todavía, habría matizado mucho sus apreciaciones de entonces. La Fórmula 1 ya no la dirige Ecclestone sino un grupo norteamericano, Liberty Media; también la parrilla cuenta con un equipo del otro lado del Atlántico, Haas; y Fernando Alonso está facilitando que las cosas no parezcan tan estancas como hace ahora siete años...

He leído a Zak Brown [Si se mantiene la F1 como está hoy, creo que todos perdemos], pero con vuestro permiso dejaré sus palabras para otro momento, ya que hoy me apetece tirar unas cuantas líneas con la intención de recalcar el fenómeno mediático que está suponiendo la presencia de nuestro compatriota en el deporte norteamericano, así, dicho en general, que queda mejor.

Bernie temía este tipo de momentos. No tuvo demasiada importancia que Marc Gené se escapara por las grietas del edificio para participar en Resistencia, incluso llegando a ganar las 24 Horas de Le Mans en 2009 con el equipo Peugeot, porque el español era un piloto menor en la Fórmula 1, relegado al plano de atrezzo en Ferrari, dicho con todos mis respetos.

Lo de Nico Hulkenberg en 2015 dolió más. El alemán era piloto oficial de Force India y se hizo imperativo aceptar sus escapadas con Porsche en las 6 Horas de Spa-Francochamps y Le Mans, además, con victoria en esta ocasión, pero no hubo oportunidad para que el asunto se replicara al año siguiente gracias a que el Gran Premio de Europa de 2016 salía de la nada para solapar fechas con la mítica prueba francesa. Muerto el perro se acabó la rabia, que decía aquél.

El británico fue cesado en sus funciones a finales de enero de 2017 por los nuevos propietarios del tinglado, y unos meses después, nuestro asturiano probaba fortuna en las 500 Millas de Indianápolis...

Hace tiempo que advertí que lo más gracioso que nos estaba sucediendo era, por un lado, que toda esta historia estaba retratando a los zorros de nuestra fábula particular. Los Estados Unidos tenían mucho que enseñarnos incluso cuando un Carlos Castellá veía con cautela el anhelado amancebamiento. Hoy, cuando por azares del destino la cosa está prácticamente hecha, los mismos de antes tratan por todos los medios de relativizar lo que está haciendo el de Oviedo y lo que sucede a su alrededor en los USA, porque no hay nada mejor en el mundo mundial que la Fórmula 1, esa misma que pone en evidencia Zak Brown en el enlace que os he proporcionado antes.

Por otro, advertía también de lo cachondo que resultaba la probabilidad, más que evidente, de que a Fernando Alonso lo acabase rentabilizando un concepto del automovilismo deportivo menos rebosante de bobos, pagafantas, mamporreros e idiotas por centímetro cuadrado.

Los tiempos han llegado. Para Bernie, Fernando no era un buen embajador de la Fórmula 1, para los promotores y especialistas norteamericanos, Fernando es lo mejor que les ha pasado o les podía pasar. Alguien se ha equivocado o ha mentido en esta historia. Haceros las cuentas vosotros, porque en realidad, tener que hacerlas yo me produce una pereza tremenda.

Las uvas verdes, el zorro que no llega a cogerlas con los labios. Las uvas que no has de comer...

Os leo.

3 comentarios:

anonimo dijo...

Hubo épocas en las que un coche de F1, uno de LM, y uno de Indy, eran prácticamente iguales. Esas épocas han quedado atrás hace décadas, en los tiempos de los 60s cuando los coches livianos con motor trasero hicieron mella a la frase de Il Commendatore ("al carro los caballos lo jalan por delante").
Indy es mas veloz, menos tecnológica, mas económica que la F1. Nada de DRS, ni MGU-K o MGU-H. Los cambios son secuenciales, los motores son motores y no UP, los frenos son... frenos. No existe "se saltó los pianos" o "cortó la chicane": Velocidad pura y dura. Nada de escapatorias: Si no conduces "fino" te la pegas con un muro de hormigón. ¿Sobrepasos? Sí, y a montones. Y no es necesario el DRS. ¡Qué es eso que tienes que traer "desarrollos" nuevos de alas en cada GP! El pobre de Newey se las vería canutas intentando exprimir ese reglamento.
Con eso y todo disfruto más de la F1, aún con Pirelli inventando nombres y colores en cada temporada para los nuevos compuestos, etc. Y eso que este año hemos perdido a "Canal F1 Latam", porque hasta hace poco pensé que era porque en mi barrio se transmitían pocas carreras de óvalo.
¡Debo ser un incorregible!
Sds.
Martín

Antonio L. dijo...

Yo soy un aficionado a la F1 que está descubriendo nuevos campeonatos del motor gracias a Fernando Alonso, los cuales se van a aprovechar del tirón mediático del Genio para crecer en audiencias, aficionados, patrocinadores y money, como............... simplemente igualado la lucha y poniendo a los mejores en los equipos punteros.

El porqué la F1 a través de sus dirigentes, equipos y periodistas no han querido rentabilizar a Fernando Alonso para agrandar la leyenda de la competición será algo que me gustaría que alguien me lo explicara algún día. Supongo que la prepotencia y el "no te necesito para rentabilizar mi negocio" algo tendrá que ver........

Como Lewis siga ganando sin competencia directa, me temo que la f1 va a resultar muy aburrida y entonces quizás se acuerden de que la "solución" la tenían en casa y la dejaron escapar.

Que guay queda ser el mejor del año, incluso el mejor de la historia, pero............. si no has tenido ninguna competencia, no debería sentirte tan bien contigo mismo y eso en el fondo lo saben el tetracampeón y pentacampeón de la parrilla actual.

No se puede volver atrás y solo queda disfrutar de la competición si es que los pilotos y las escuderías verdaderamente quieren competir entre ellos.

Un alonsista.

Elín Fernández dijo...

Me quito el sombrero ante las dos opiniones de arriba.