Resulta complicado calibrar en qué medida y cómo afectará (realmente) la desaparición de Sergio Marchionne a todo el tinglado que tiene montado FCA en Fórmula 1, lo que parece obvio es que debería afectar lo justito a pesar de la incuestionable personalidad del de Chieti.
Sauber y Haas sí pueden notar más su ausencia, sobre todo la segunda, puesto que la situación de la primera parece estar mejor definida [Ericsson a la baja], pero honestamente tengo que decir que Ferrari no tiene por qué acusar el golpe más allá de la cuestión sentimental, que evidentemente va a estar ahí por mucho que lo neguemos, incluso ejerciendo como revulsivo o acicate, ya que nada sería más bonito que poder brindar a Sergio la victoria en Hungaroring, o aunque quede un poco más lejos, en Monza, ante los tifosi, en casa.
Lo que parece claro es que Marchionne ni es el Papa Juan Pablo II ni su muerte ha supuesto un terremoto social como el atentado sobre las Torres Gemelas. Tampoco era Enzo Ferrari.
Ha muerto el presidente pero el grupo automovilístico ya había tomado las medidas pertinentes este sábado pasado, lo que nos pone en que los organigramas y la planificación establecidas seguirán estando vigentes y activos, entre otras cosas, porque este tipo de actuaciones se hacen siempre con vistas a ser útiles más en el medio y largo plazo que en el corto.
Sin duda ya no está el artífice de la recuperación de la rossa tanto en el plano deportivo como político, pero como vengo diciendo, intuyo que lo notaremos a partir de 2019 y años siguientes, con más incidencia si cabe, de 2021 en adelante, porque la negociación con Liberty Media sigue abierta y ése era el hueso duro de roer que más consumo de energía le estaba originando a Marchionne.
Así que aunque me seguís preguntando sobre qué pienso de todo esto, sólo puedo contestar que lo que me parece más lógico es que nadie toque nada hasta no disipar hasta la última incógnita, y puesto que el camino de La Scuderia estaba apuntando al éxito, lo razonable, para mí, sería que salvo en pequeños matices Ferrari continuase siendo la misma (de momento) que cuando estaba Sergio al frente.
Os leo.
Así que aunque me seguís preguntando sobre qué pienso de todo esto, sólo puedo contestar que lo que me parece más lógico es que nadie toque nada hasta no disipar hasta la última incógnita, y puesto que el camino de La Scuderia estaba apuntando al éxito, lo razonable, para mí, sería que salvo en pequeños matices Ferrari continuase siendo la misma (de momento) que cuando estaba Sergio al frente.
Os leo.
2 comentarios:
Una pregunta de larga data, la tuya: ¿Cuánto del resultado de la batalla le corresponde a los generales y cuánto a los soldados? Vamos a suponer que tu presupuesto armamentístico es limitado, a la época de los griegos o romanos, y las armas son solamente espadas y escudos: ¿Inviertes tu esfuerzo en conseguir un general brillante o en entrenar a tus soldados?
Pues si Marchionne ya tenía decidido colarle un Leclerc a Vettel (homenaje a Luca Di Montezemolo, de cuando trajo a Kimi para que Alonso se dedicara a criticar menos y calificar mejor) mira tú si no hace diferencia...
Ahora el reclamo del percherón será tenido en cuenta, y por no joderla, le harán el gusto. Quién decidirá lo contrario?
A perjuicio de Ferrari, está más que claro.
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