El nivel de exposición que supone conducir o trabajar en Ferrari siempre ha sido tanto un estímulo como una penosa carga que hay que saber sobrellevar, pero desde que tomó las riendas don Sergio Marchionne tiene más de lo segundo que de lo primero.
Hemos hablado muchas veces aquí, en Nürbu, de la nefasta influencia del Presi y de lo necesario que resulta contemplar su figura a la hora de valorar todo lo que sucede en el seno de La Scuderia, obviamente, también en lo concerniente a Maurizio Arribavene, Kimi Raikkonen y por supuesto, Sebastian Vettel.
El alemán formaba parte en 2015 del paquete milagroso que traía Marchionne bajo el brazo una vez decidió quitar de en medio a Luca Codero di Montezemolo y todo lo que rodeaba al de Bolonia —que no es por nada, pero de aquella entrada como elefante en cacharrería no quedó de la época anterior ni el Tato—. Así las cosas, sería bastante idiota por nuestra parte descartar que en 2018, la presión que ya aguanta el bueno de Vettel se habrá acrecentado algunos quintales verbigracia de la prisa que soporta don Sergio después de tres años de exitosa sequía.
Los más antiguos del lugar recordaréis que alrededor del Gran Premio de Mónaco 2015 comenté que a Bernie le había sentado muy mal que Maranello no hubiese reaccionado como estaba previsto. Hoy tenemos más datos sobre lo que se suponía que había estado sucediendo [Mercedes ayudó a Ferrari...], en todo caso, desde el 21 o 22 de enero de 2017 La Bruja de Blancanieves ya no está presente en el escenario ni interviene en él, y Marchionne ha decidido enfrentarse a Libery Media en una batalla que a saber cómo termina.
Sea como fuere, Ferrari tiene un bonito problema sobre su mesa: no supo o pudo aprovechar los dos años de facilidades y en el tercero, cuando ha disfrutado del mejor monoplaza salido de su fábrica en los últimos años, por una serie de circunstancias que no toca menicionar hoy tampoco ha logrado imponerse a la Mercedes AMG más débil de las últimas cuatro temporadas.
La presión vive arriba... Marchionne supone ahora mismo la parte más delicada en la de Il Cavallino porque todos sabemos que como las cosas se tuerzan sólo un poquito en 2018 acabará estallando. Arribavene disfruta de su tiempo de descuento después de que su puesto se pusiera en entredicho a partir de la segunda mitad de la campaña 2017. Fue ratificado en sus funciones pero con condiciones... y esto, amiguitas y amiguitos míos, sólo significa que hay mucha más presión en el equipo de la que sería recomendable y que eso es terriblemente peligroso, por lo que decía en el primer párrafo y porque la rossa suele tropezar con mayor asiduidad cuando está sometida a este tipo de condiciones extremas.
Si yo fuese Sebastian me compraría los mejores tapones para los oídos que haya en el mercado. Pasearía mucho con Hanna y Matilda y Emilie. Escucharía mucha música, aprovecharía para venirme de pintxos a Donosti o a Bilbao en cuanto tuviera oportunidad, o a las bodegas de Haro para probar los caldos riojanos... Me concentraría en conducir y haría cualquier cosa con tal de evitar quedar atrapado en la vorágine que desatará Marchionne como Ferrari no pise con buen pie 2018. Porque la presión vive arriba y porque además de mostrarse arrogante, al del jersey le gusta hablar a destiempo más que a un tonto una tiza.
Si yo fuese Sebastian me compraría los mejores tapones para los oídos que haya en el mercado. Pasearía mucho con Hanna y Matilda y Emilie. Escucharía mucha música, aprovecharía para venirme de pintxos a Donosti o a Bilbao en cuanto tuviera oportunidad, o a las bodegas de Haro para probar los caldos riojanos... Me concentraría en conducir y haría cualquier cosa con tal de evitar quedar atrapado en la vorágine que desatará Marchionne como Ferrari no pise con buen pie 2018. Porque la presión vive arriba y porque además de mostrarse arrogante, al del jersey le gusta hablar a destiempo más que a un tonto una tiza.
Os leo.
2 comentarios:
El mayor lastre de Ferrari, como bien apuntas es don Sergio. Como los tests no vayan como el espera alguno de dentro del equipo se encargará de servir la cabeza del estanquero. Apúntate este titulo para una futura entrada: "Tu quoque?"
Estoy de acuerdo .
Sin embargo en los momentos de presión funcionan muchas veces lo de los vasos comunicantes .....¿Quién pone nervioso a quién?
A riesgo de que me llamen antiheppenheim o algo peor, hay que recordar cómo perdió Vettel los nervios en México 2016 o cómo la tomó con el "torpedo de Ufá" , cómo critica o insulta al resto de pilotos a la mínima incluso en los libres , la ya famosa "ira de Bakú" , o la torpeza que cometió en la salida de Singapur sabiendo que la pista estaba mojada.....por no hablar más que de los dos últimos años .
En este último g.p. de México hubo un momento muy curioso , cuando Vettel empieza a quejarse de Massa y Arrivabene con voz enojada le suelta :
"Vamos déjalo ya!!! concéntrate!!!!" .
Te leo maestro .
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