No sé por qué...

No deja de tener cierta gracia que precisamente ahora que Trump ha endurecido su posición con la Unión Europea y parece que está al caer la salida de Gran Bretaña, Bruselas ha decidido abrir una investigación sobre la Fórmula 1 promovida infructuosamente desde hace años por una parlamentaria británica, Anneliese Dodds...

No sé por qué, es un decir, pero me da que en cuanto la premier May y sus compatriotas rompan lazos con el viejo continente, todo este asunto se desmoronará como un castillo de naipes ante un soplo de brisa. Dodds dejará de ser parlamentaria, la UE dejará de tener jurisdicción sobre su ahora socio, y Bernie, a lo Cid Campeador, se saldrá con la suya después de muerto, metafóricamente hablando, se entiende.

Lo hemos hablado en más de una ocasión, la mayor parte del interés mostrado por Ecclestone a la hora de aglutinar en el Reino Unido a todos los integrantes del Circo, tenía más que ver con la tela, el fisco y la legislación, que con ejercer de british patriot; y si se posicionó públicamente a favor del Brexit, no fue por otra razón que por quitarse algunos molestos marrones de encima, éste entre otros muchos.

Si por Bernie fuera, hace tiempo que la sede de la FIA habría abandonado Place de la Concorde en París para trasladarse a la londinense y más discreta Baker Street, cerquita, seguramente, del mítico 221b. Todo quedaría en casa, y fuera de sus muros y ventanas dobles, las incómodas directivas antitabaco, antialcohol, antiseñores como él que toman en sus manos una bonita cantidad de recursos públicos de todo el orbe para ponerlos a buen recaudo en paraísos fiscales bajo el pabellón de la Union Jack.

Sea como fuere, la Fórmula 1 es ahora un negocio americano con algunos socios europeos [Formula One Group Doesn't Own F1's Commercial Rights], que en cuanto salga Gran Bretaña de la Unión Europea serán menos. 

No sé por qué, es un decir, pero me resulta gracioso que al Parlamento Europeo le preocupe lo que pasa en la Fórmula 1 cuando parece tarde para hacer nada...

Os leo.