¡Dame paciencita, Señor!

Las aguas de nuestro bendito deporte corren turbias como si el poderosito Crom las hubiera orinadito en lo alto de la montaña, en el arroyito donde nacen.

Hoy hemos conocido que Sebastian Vettel renuncia a disputar la calificacioncita del Gran Premio de los USA y porque más de uno se ha extrañado de tan raro comportamientito, los que nos pedían autocrítica el año pasado y el anterior, y el anterior a este, y el otro y tal... han sacado de la chisterita de inmoralidades y pecados, aquello de que nadie se llevó las manos a la cabecita en Mónaco 2010, porque un tal Fernando Alonso tampoco disputó la fase calificatoria, saliendo el domingo siguiente desde el pitleincito.

Nada, nada que hacer para explicar que no es lo mismito darse un castañazo en los libres 3 del sábado y no poder correr horas después para buscar hueco en la parrilla —porque sencillamente no hay cochecito sobre el que hacerlo—, que anunciar tal que a martes de una semana, que los aficionados que se han trasladado al circuitito de Austin y aquellos que veremos la cita por televisión, nos vamos a quedar el weekend sin disfrutar del vigente campeoncito del mundo al completo porque quiere ahorrar kilómetros y gomas.

Hay cierto mosqueito en Texas y entiendo que no es para menos, porque entre que Caterham y Marussia seguramente no corren y faltará el tetracampeoncito en calificación, la Q1 podría disputarse sin que apenas se notara, jugando a los chinitos o al piedra, papel, tijerita.

A ver, que a Q2 pasan 16 pilotitos y si no me fallan las cuentas, entre unas cosas y otras, con esto de Seb solo disponemos de 17, como dice Lan por ahí abajo. Que sí, que la Q1 es importante, pero con encalomarle el tomate de quedarse fuera a Pastor, todos nos ahorrábamos un montón de minutitos, kilómetros y desvelos.

Total, con un poco de suerte, incluso el venezolano podría meterse en los puntos al final de la carrera...

¡Dame paciencita, Señor!